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“Los migrantes son el símbolo de todos los descartados de la sociedad globalizada”- Papa Francisco

Con motivo del VI aniversario de su visita a la isla italiana de Lampedusa, el Papa Francisco ofició una misa por los Migrantes.

Dios baja, se revela y salva

Al comentar las lecturas de esta celebración, el Sumo Pontífice dijo que la Palabra de Dios habla de salvación y liberación, también recordó el viaje de Jacob y el sueño, en el que vio los ángeles de Dios subir y bajar del cielo.

“La escalera – precisó el Papa – es una alegoría de la iniciativa divina que precede a todo movimiento humano. Es la antítesis de la torre de Babel, construida por hombres que con sus propias fuerzas querían alcanzar el cielo para convertirse en dioses. En este caso, por el contrario, es Dios quien ‘baja’, es el Señor quien se revela a sí mismo, es Dios quien salva”.

“Dios-con-nosotros, cumple la promesa de que el Señor y la humanidad se pertenezcan mutuamente, en el signo de un amor encarnado y misericordioso que da la vida en abundancia”

El Pontífice también destacó el acto de entrega que hizo Jacob, un acto que se convierte en un compromiso de reconocimiento y adoración que marca un momento esencial en la historia de la salvación.

“Él es nuestro refugio y fortaleza, nuestro escudo y armadura, ancla en los momentos de prueba. El Señor es refugio para los fieles que lo invocan en la tribulación. Por lo demás – señaló el Papa – precisamente en estas situaciones es donde nuestra oración se vuelve más pura, cuando nos damos cuenta de que las seguridades que ofrece el mundo valen poco y no nos queda más que Dios”.

“Sólo Dios abre el Cielo al que vive en la tierra. Sólo Dios salva”

Jesús no hace distinciones

Lo que une al jefe de la sinagoga y a la mujer enferma del Evangelio es el confiar de modo total y extremo en el Señor, “son episodios de liberación” comentó el Santo Padre; ambos se acercan a Jesús para obtener de él lo que ningún otro les puede dar: la liberación de la enfermedad y la muerte.

Pero Jesús no hace distinciones: la liberación se concede generosamente en ambos casos. La necesidad coloca a las dos, a la mujer y a la niña, entre esos “últimos” que hay que amar y levantar.

“Jesús nos pide que amemos”

Francisco señaló que piensa en los “últimos” que claman al Señor pidiendo ser liberados de los males que los afligen: “Son los últimos engañados y abandonados para morir en el desierto; son los últimos torturados, maltratados y violados en los campos de detención; son los últimos que desafían las olas de un mar despiadado; son los últimos dejados en campos de una acogida que es demasiado larga para ser llamada temporal” indicó.

“Son sólo algunos de los últimos que Jesús nos pide que amemos y ayudemos a levantarse”

“No se trata solo de migrantes”

El obispo de Roma, lamentó que las periferias existenciales de las ciudades estén densamente pobladas por personas  descartadas, marginadas, oprimidas, discriminadas, abusadas, explotadas, abandonadas, pobres y sufrientes.

También indicó que todos estamos llamados a consolarlas y ofrecerles misericordia; a hacerlas sentir la paternidad de Dios; a mostrarles el reino de los cielos:“¡Son personas, no se trata sólo de cuestiones sociales o migratorias! No se trata sólo de migrantes, en el doble sentido de que los migrantes son antes que nada seres humanos, y que hoy son el símbolo de todos los descartados de la sociedad globalizada”, sentenció.

Compromiso, esfuerzo y gracia

Antes de finalizar, el Papa Francisco precisó que, es algo natural retomar la imagen de Jacob, y señaló que la conexión entre la tierra y el cielo es segura y accesible para todos en Jesucristo.

“Pero subir los escalones de esta escalera requiere compromiso, esfuerzo y gracia. Hay que ayudar a los más débiles y vulnerables. Me gusta pensar, entonces, que podríamos ser nosotros aquellos ángeles que suben y bajan, tomando bajo el brazo a los pequeños, los cojos, los enfermos, los excluidos: los últimos, que de otra manera se quedarían atrás y verían sólo las miserias de la tierra, sin descubrir ya desde este momento algún resplandor del cielo”, acotó.

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