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III Domingo: Hagamos visible la presencia de Dios

Este III Domingo de Adviento Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima, nos recuerda que el Señor «quiere hacerse presente en nuestras vidas, en nuestra historia, en la historia de este país que está convulsionado por realidades muy complejas. Por eso, ábranse a este Dios que quiere darte vida, que quiere que camines, que quiere quitarte esa sordera, que anuncies la vida al pobre, y que te acerques a tantas realidades concretas que tenemos»..

Refiriéndose a la Lectura del libro de Isaías (35,1-6a.10) de este III Domingo de Adviento, Mons. Elías señaló que «Dios viene en persona a salvarnos» y tenemos «signos de la presencia del Señor en medio de nosotros».

«El anuncio profético de Isaías nos presenta a un Dios que viene para ayudarnos a superar esos límites de la existencia humana», comentó.

Aprender a leer los acontecimientos de nuestra vida

Mons. Guillermo también hizo mención al Evangelio de Mateo (11,2-11) donde Jesús le responde a Juan, el Bautista: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»

«En este Tiempo de Adviento ¿Esto está aconteciendo en ti? – preguntó el Obispo Auxiliar de Lima – ¿Tu ceguera está siendo curada por el Señor? ¿Estás andando a pesar de situaciones complejas que quizás estás viviendo ahora en casa, en el centro de trabajo o laboralmente?».

«Como Jesús hizo con Juan, tú también debes saber leer los acontecimientos de tu vida – explicó Guillermo Elías – Que este III Domingo de Adviento te encuentre preparado y que puedas leer en los acontecimientos de tu vida, estos signos que el Mesías quiere lograr en ti».

Miremos alrededor. El Adviento nos tiene que mover a reconocer tantos modos en los que el Señor quiere hacerse presente en nuestras vidas, en nuestra historia, en la historia de este país que está convulsionado por realidades muy complejas.

La misión de nuestra vocación cristiana

«Como cristianos, hagamos visible la presencia de un Dios salvador. Apostemos por la causa de la vida, reconozcamos todo lo infeliz de la vida de tantos, ésa es la misión de la Iglesia, ésa es la misión de la vocación cristiana que nosotros tenemos. El Adviento pone ante nosotros ese compromiso que sólo puede cumplirse si estamos abiertos a la acción del Espíritu Santo», resaltó Mons. Elías.

«Oro por ustedes, oren por nosotros, oren por sus obispos, oren por toda la Iglesia – prosiguió – y ábranse a este Dios que quiere darte vida, que quiere que camines, que quiere quitarte esa sordera, que anuncies la vida al pobre, y que te acerques a tantas realidades concretas que tenemos».

«Que Dios en su infinita misericordia haga de este III Domingo de Adviento un tiempo de gracia. Desde nuestro Arzobispado les envió la bendición de Dios», concluyó.

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