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60 años de sacerdocio de Jorge López Vignand: «Encarnarse con el mundo a partir de su realidad»

La Iglesia de Lima recuerda con gran alegría los 60 años de ordenación sacerdotal del padre Jorge López Vignand, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico: «Ojalá que sigamos unidos y sigan ustedes comprometidos con su Iglesia, con el mundo», comentó al término de la Celebración Eucarística presidida por el Arzobispo de Lima en la Parroquia San Juan Apóstol.

El padre Jorge Andrés López Vignand celebra 60 años de vida sacerdotal, y nadie mejor que él para conocer la realidad y el pasado de nuestra Iglesia en los lugares más recónditos del país. El padre Vignand es un pastor incansable que pasó por varias parroquias de nuestra arquidiócesis, e incluso tuvo un camino pastoral de 10 años en Cajamarca en medio de los campesinos. Y así lo recuerda: «Cuando el Papa Pablo VI le preguntó a Monseñor Dammert: “¿Qué regalo quiere que le haga?”, Dammert respondió – “que bautice a mis catequistas, porque hay familias que viven a dos tres días de la sede parroquial». “Concedido” – dijo el Papa. Ahora está en el código de derecho canónico que todos los obispos pueden nombrar bautizadores donde no hay sacerdote».

En su homilía, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo, recordó las experiencias compartidas junto al padre López Vignand en Tablada de Lurín durante la oscura época del terrorismo: «hicimos una experiencia linda, la experiencia de hacer que un pueblo pobre imaginara que había algo más que la revolución armada, el terrorismo. Aprendimos juntos también que lo mejor en nuestras vidas era saber retraducir el Evangelio en el corazón de lo que vivíamos. Fue lindo porque realmente logramos que toda la gente se entusiasmara por una sociedad libre, sin opresiones, pero también sin exageraciones y locuras, y eso se lo debemos a Jorge que nos acompañó espiritualmente».

Jorge, quiero agradecerte porque siempre fuiste un amigo, y un amigo que acompaña, que aconseja, y que a veces dice las cosas duras, pero las dice.

Monseñor Carlos Castillo – Arzobispo de Lima

«Si hoy día nos toca estar a cargo es para que toda la Iglesia de Lima aprenda lo lindo que es ser comunidad. Esa Iglesia linda que se quiere, que se estima, que anuncia y que se alegra, es la que el Señor nos ha encargado», subrayó.

La misión de encarnarse en el mundo

Por su parte, el padre Jorge López Vignand tuvo palabras de agradecimiento por todos estos años de servicio a la Iglesia de Lima: «Gracias por la presencia inmerecida, me parece demasiado. No es mi culpa haber tenido más años – dijo entre bromas – sólo espero que Dios me dé bastante si se puede servir».

Preocupado siempre por la formación de los laicos, su participación comunitaria en la Celebración Eucarística, y su capacidad para plasmar todo lo aprendido en las situaciones complejas de nuestra sociedad, el padre Vignand recordó las palabras del Papa Emérito Benedicto XVI – «En el mundo hay que encarnarse» – «la encarnación es el misterio más difícil de vivir – agregó – porque hay que encarnarse con el mundo a partir de su realidad», expresó.

«Felizmente que nuestro Arzobispo Carlos es sociólogo. Antes de ser sacerdote tuvo un pie muy anclado en la tierra, y además es doctor en teología y todos hemos seguido su crecer», indicó.

Seguimos celebrando con alegría y seguimos trabajando gracias a Dios. En lugar de jubilarme este señor (Monseñor Castillo) me ha dado un trabajo mayor todavía – dijo entre risas – pero hay que soportar, hay que seguir adelante

«Le doy gracias a Dios por estar con ustedes. Ojalá que sigamos unidos y sigan ustedes comprometidos con su Iglesia, con el mundo, como lo pidió el Papa Benedicto XVI», concluyó.

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