La reciente edición en español de L’Osservatore Romano incluye una entrevista a Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, en el que se abordan sobre el compromiso de la Iglesia en Perú contra la pandemia, especialmente con la Amazonía peruana.
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Solidaridad y creatividad: una reflexión del Arzobispo de Lima.
Durante la entrevista para L’Osservatore Romano, Monseñor Castillo recuerda la fragilidad de los grupos indígenas en esta pandemia: «Ellos son una garantía de conocimientos antiguos para el cuidado de la selva, que al mismo tiempo es fundamental para la humanidad», indicó.
Para el Arzobispo, el episcopado y la Iglesia peruana deben asumir la misión de crear un sistema sanatorio hospital-selva-iglesia que contemple las diferentes necesidades y realidades del pueblo: «el sistema sanitario nacional está en dificultad debido a problemas de décadas de tipo estructural, causados por un sistema económico totalmente desigual», manifiesta Carlos Castillo.
Y para superar esta cultura individualista, egoísta y basada en un desarrollo económico por goteo, el Arzobispo propone un replanteamiento de la vida social desde las bases de la Iglesia, a través de las parroquias misioneras y solidarias:
Esta pandemia nos ha enseñado muchas cosas: el principio de la solidaridad y del bien común, de los pobres como horizonte de la economía, de la sociedad, de la cultura y de la Iglesia. O salimos remando juntos o nos hundimos, como dice el Papa Francisco.
«La Iglesia se ha convertido en un centro de animación en los barrios y en la ciudad, concluye Monseñor Castillo, no somos una ONG, sino testimonio de la presencia del Señor, cuyo Espíritu suscita, en una situación de emergencia, la creatividad y la solidaridad humana y social».
