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Abrir un nuevo camino de esperanza, sin mezquindades

«A veces hemos pensado que el cristianismo es solamente una realidad íntima, personal, individual, muy por el contrario, si todo viene de Dios que es amor generoso, que ha derramado abundantemente sus dones a todos, tenemos que seguir el Espíritu de Dios, es decir, ser generosos y pensar en los demás, ser magnánimo y longánimo como Dios, abiertos y abundantes. Necesitamos abrir un nuevo camino de esperanza para el país y dejarnos de mezquindades», manifestó Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, durante su intervención sabatina en el programa Diálogo de Fe.

La crisis sanitaria continúa golpeando a las familias peruanas, y para Monseñor Castillo es imprescindible acabar con esa idea de una religión «un poco dualista y egoísta», en donde únicamente influye el interés individual por encima del bien común. Por eso, ante la mezquindad, debemos recordar nuestra capacidad interna, humana y universal de considerar al otro: «todos hemos recibido dones generosos de Dios, y en una situación como la Pandemia, nos convertimos rápidamente en personas generosas y solidarias, porque el llamado del otro nos interpela», agregó el prelado.

Cuando la apertura humana se ensancha, se desarrolla un espíritu nuevo, un viento nuevo que se intensifica cuando las cosas se enconan y se ponen difíciles. Hay momentos en nuestra vida en donde todos hemos sido personas capaces de amar y de servir, de perdonar y de entender.

En ese sentido, el Arzobispo reiteró que el cristianismo implica una relación personal, humana y social, con la naturaleza y todas las realidades de nuestro mundo: «no solamente se necesita la ciencia, sino la sabiduría, el sentir profundo, el intuir las cosas para captar lo humano, para captar el sentido de las cosas. Necesitamos educarnos en sabiduría», añadió.

La Pandemia es un desafío que requiere voluntad y concentración, no dispersión. Se requiere tener visión amplia para ir caminando todos y ayudarnos mutuamente a abrirnos.

Abrir un nuevo camino de esperanza para el país y dejar las mezquindades

Al ser consultado sobre la crisis política que atraviesa nuestro país, Monseñor Castillo señaló que, en estos momentos, la prioridad es enfrentar la crisis de la Pandemia: «es el centro que debemos tener, hay que seguir sumando esfuerzos entre todos: gobierno, parlamento, pueblo peruano y entidades civiles de todo tipo, para que podamos superar esta situación».

Por otro lado, el Arzobispo hizo un llamado a respetar las formas democráticas que tenemos: «no podemos distraernos e inestabilizar al país con una pretensión de vacancia que puede ser sumamente grave para la democracia. Me parece que es muy importante esa actitud de recapacitar, de ver los intereses nacionales siempre», acotó.

Necesitamos abrir un nuevo camino de esperanza para el país y dejarnos de mezquindades, porque la mezquindad es siempre destructiva. La generosidad, la apertura, la comprensión, el sentido de la proporcionalidad, requiere de todos nosotros una capacidad humana mucho mayor, que la tenemos, pero a veces se juntan intereses, tensiones y prejuicios, envidias y riñas, pero nosotros debemos estar a la altura de las situaciones para dar lo mejor de nosotros mismos.

Monseñor Castillo exhortó a que se establezcan lazos más humanos y justos, evitando que este tipo de crisis continúen afectando al país: «en el fondo de nuestro pueblo hay una indignación, porque hay una esperanza de que las cosas sean distintas. Hay un deseo en las personas que sufren de que tengamos soluciones, que veamos a los gobernantes, a los empresarios, a los comerciantes, y a todos, con capacidad de ceder para abrir nuevos espacios», reflexionó.

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