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Mons. Cornejo sobre Asamblea Eclesial: «Tiempo para dialogar, romper paradigmas y convertirnos juntos»

Continúa la participación en el Proceso de Escucha de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, próxima a realizarse en México durante el mes de noviembre. En esta primera fase preparatoria, Perú se ubica como el primer país de la región con más registros en la plataforma de escucha habilitada por el CELAM.

En ese sentido, Monseñor Guillermo Cornejo, Obispo Auxiliar de Lima, viene liderando el proceso de inscripción en la Arquidiócesis de Lima, que ha convocado a diferentes grupos humanos como agentes pastorales, comunidades parroquiales, docentes de colegios parroquiales, madres de las ollas comunes y jóvenes universitarios.

Nuestra Oficina de Prensa conversó con Monseñor Cornejo, quien ha hecho un llamado a «romper paradigmas para empezar con una nueva mentalidad, un tiempo nuevo en la Iglesia y una vida nueva». El Obispo Auxiliar ha reiterado la importancia de expresar nuestra opinión y buscar respuestas que nos lleven a un trabajo en comunión: «Vamos a poner mucha más fuerza hacia afuera para escuchar a todos, incluso escuchar a los no creyentes, porque es fácil trabajar de una manera elitista, exclusiva, pero nosotros queremos llegar a todos», ha dicho.

¿En qué consiste la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe? ¿Cuál es su importancia para nuestra Iglesia?

La Asamblea Eclesial es un tiempo de gracia en el cual podamos dialogar, compartir y convertirnos juntos, un tiempo para aprender los unos de los otros, no solamente en una jurisdicción o país, sino en toda nuestra América Latina y el Caribe.

Esta asamblea tiene una gran importancia porque nos va a ayudar a caminar y compartir juntos tres claves fundamentales: 1) la sinodalidad, caminar juntos y no aislados; 2) el proceso de escucha, que nos va a invitar a conocer la opinión que tienen nuestros miembros sobre nuestra Iglesia y cómo podemos salir adelante; 3) y la creatividad, todos somos discípulos misioneros en salida.

En ese sentido, la conversión personal y pastoral es muy importante en nuestra Iglesia. Este va a ser un proceso humilde donde van a recibir todos los informes de todos los países de nuestra Iglesia latinoamericana y El Caribe para sacar adelante una mejor pastoral, romper paradigmas, empezar con una nueva mentalidad, un tiempo nuevo, una vida nueva mejorando cada día.

¿En qué consiste esta primera etapa de Escucha en la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe?,

Este Proceso de Escucha consiste en responder las preguntas y poder escuchar lo que dice la Iglesia. Nuestros hermanos, las diversas comunidades, los distintos países, nos van a decir lo que piensan y sienten. Y  con esa humildad de saber escuchar, nos va a ayudar a crecer como Iglesia. Hoy más que nunca necesitamos escuchar y hacerlo de corazón.

Vamos a tratar de ser humildes y sencillos para saber escuchar lo que nos digan nuestros hermanos y arquidiócesis. Queremos remover la tierra para sacarla adelante y poder mejorar nuestra vida espiritual, humana, doctrinal, pastoral y espiritual.

Es muy importante que nos escuchemos. Muchas veces los que deberíamos escuchar hablamos demasiado y no escuchamos.

¿De qué manera nuestra Arquidiócesis de Lima está participando de este Proceso de Escucha?

En estos momentos, nuestra Arquidiócesis de Lima ha intentado escuchar y ha habido un tiempo de diálogo. Se realizó una Asamblea Sinodal Arquidiocesana en enero de 2020. Gracias a ese encuentro, todos los resultados obtenidos los vamos a colocar también como un trabajo realizado con mucho esfuerzo.

De igual manera, estamos realizando el Plan Pastoral en nuestra Arquidiócesis que va a guiar nuestro trabajo para realizarlo organizadamente, fomentando la escucha, la sinodalidad y la creatividad.

Entonces, sabiendo bien este proceso del Plan Pastoral, vamos a llegar más allá, hacia afuera, respetando y llegando de una manera muy prudente a nuestras parroquias. Además, vamos a trabajar mucho más hacia afuera en los colegios, las universidades, la pastoral juvenil, las hermandades, la pastoral social, las ollas comunes, CEAS, Cáritas. Vamos a llegar a los más humildes, a los pobres, a los que más sufren, a los que pasan muchas dificultades, a los que están enfermos, queremos llegar a todos en esta asamblea que, para nosotros, ya inició desde el verano del 2019.

Nosotros, en este Proceso de Escucha, queremos saber qué opina nuestra Iglesia, qué responde, qué nuevas sugerencias tienen, qué nos quieren decir, en qué estamos bien o mal.

¿Quiénes y cómo podemos participar del Proceso de Escucha?

Todos estamos invitados a participar, no sólo quienes participan en alguna Parroquia. Vamos a poner mucha más fuerza hacia afuera para escuchar a todos, incluso escuchar a los no creyentes, porque es fácil trabajar de una manera elitista, exclusiva, pero nosotros queremos llegar a todos. Todos tenemos que participar en este Proceso de Escucha, en este caminar juntos. Por eso, vamos a poner mucha fuerza en la comunicación y en la organización.

Queremos poner énfasis para trabajar con las diferentes secretarías a fin de llegar a nuestros hermanos, a las ollas comunes, a los colegios, a las universidades, al adulto mayor, a los enfermos, a los necesitados, a los pobres, los tristes, los marginados. Todos estamos invitados a este Proceso de Escucha, de sinodalidad y de ser creativos para un mejor encuentro de Dios.

¿Qué significado tiene para nuestra Iglesia esta Asamblea Eclesial?

Tiene un significado muy grande porque es un tiempo de gracia y de reflexión para cambiar y convertirnos. Necesitamos una Iglesia que salga ya de su letargo, que rompa los paradigmas y empiece de corazón. De repente, habrá momentos en que vamos a decirnos cosas fuertes. El Papa Francisco decía: “Yo prefiero una Iglesia que esté un poquito golpeadita, un poquito empolvada, porque ha habido mucho trabajo, a una Iglesia que está todo limpio, porque nunca va nadie, porque no hay nada”. Necesitamos una Iglesia comprometida en el nombre del Señor. Y por eso tiene un valor muy grande, porque al escuchar a nuestro pueblo se está escuchando también a los que han sido ofendidos y golpeados.

Todo este Proceso de Escucha nos va a enriquecer muchísimo, para no caminar aislados sino juntos, unidos como verdaderos hermanos.

En noviembre se realizará la reunión en México, allí se van a ver los resultados y el Papa Francisco junto a nuestra Iglesia se está moviendo, porque no queremos una Iglesia muerta, sino viva, una Iglesia que sea discípula, misionera, comunitaria, que tenga amor a la divinidad humana, que ame a los pobres, que tenga ese gran amor por los que más sufren y se esfuerce por la dignidad humana, por la naturaleza. Y que podamos convertirnos personal y pastoralmente.

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