Parroquia Nuestra Señora de la Evangelización realiza su Encuentro Sinodal

La Parroquia Nuestra Señora de la Evangelización, ubicada en el distrito de Surquillo, celebró su Asamblea Sinodal Parroquial convocando a más de 80 personas entre miembros de la comisión organizadora, facilitadores, laicos, el párroco César Vialardi y fieles de diferentes grupos.

Este encuentro fue una oportunidad para dialogar, escuchar y compartir lo que cada uno vive dentro de su comunidad. A través de la metodología de la Conversación en el Espíritu, los participantes pudieron expresar sus inquietudes, ideas y esperanza para seguir construyendo una Iglesia más unida, cercana y abierta a todos.

Uno de los temas más recurrentes fue la preocupación que existe entre jóvenes y adultos sobre cómo ser una Iglesia más empática, que escuche y se adapte a los cambios que la sociedad necesita. A pesar de las diferencias de edad y puntos de vista, coincidieron que es importante trabajar juntos y confiar en Dios para «salir de nuestra zona de confort y buscar caminos de encuentro».

También se recogieron otras problemáticas como: la necesidad de incorporar herramientas tecnológicas para la evangelización, la mejora en la comunicación sobre actividades parroquiales, fomentar la transparencia en la información parroquial, así como reforzar la formación espiritual de los fieles. De igual modo, se destacó la relevancia de promover espacios de integración para «construir una Iglesia más inclusiva y comprometida con los más necesitados».

La comunidad parroquial ha expresado que estos espacios sinodales «permiten eliminar prejuicios y exclusiones, fomentando una Iglesia que camina unida desde el diálogo abierto y la escucha activa, donde todas las voces son acogidas y valoradas por igual».

Asimismo, se abordó la idea de “trabajar de adentro hacia afuera”, es decir, fortalecer primero el conocimiento y la unión entre los grupos parroquiales, para que, desde allí, se pueda salir con más fuerza a evangelizar, servir y acompañar a otros. Se resaltó que, «si crecemos como hermanos dentro de la comunidad, podremos llevar el amor de Dios con más alegría y compromiso hacia afuera».

Finalmente, los responsables de la organización propusieron algunas recomendaciones para la vida misionera de la comunidad parroquial: implementación de talleres para la formación espiritual, trabajo comunitario de iniciativas para la ayuda social y aumento del voluntariado que fortalezca y fomente el crecimiento en la fe.