El espíritu sinodal llegó a la comunidad parroquial de Santa María Magdalena, en Pueblo Libre, donde se vivió una jornada de fe y discernimiento en la que se recogieron los aportes de agentes pastorales y vecinos de la zona.
El párroco, Pbro. Sofiano Ayquipa, explicó que la Asamblea Sinodal Parroquial «ha permitido escuchar las demandas de las personas e instituciones que son parte de nuestra parroquia, pero que, por motivos diversos, no se sienten convocados a venir ni participar. Allí nos dejan una interrogante a todos los religiosos”, sostuvo.
Por su parte, Miguel Salvador, agente pastoral y miembro de la comisión organizadora, dijo haberse sentido muy satisfecho de los primeros frutos que ha dejado la asamblea. También destacó la importancia que tuvo la aplicación de la metodología de la Conversación en el Espíritu para lograr que todas las voces fueran escuchadas:
“Este espacio nos ayuda a ver la realidad en que vivimos para evaluar y tomar las acciones necesarias para evangelizar. Ser sinodales no es sinónimo de división, no es inventar algo nuevo. Solo unidos y con capacidad de apertura podemos mantenernos en la barca», reflexionó.
Durante el momento del plenario se abordó la importancia de implementar charlas de formación para los agentes pastorales y actividades de integración. También se coincidió en que es necesaria una mayor intervención de los jóvenes y acogida a las personas que vienen a las misas.
