Vocación sacerdotal, sinodalidad y gobierno pastoral de la diócesis. Estos fueron los tres ejes temáticos que se abordaron en los encuentros del Cardenal Carlos Castillo con los sacerdotes de los doce decanatos de la Arquidiócesis de Lima, en un ambiente de confraternidad, apertura y sinceridad.
Escribe: Juan José Dioses
A puertas de un nuevo Año Jubilar por los 300 años de canonización de Santo Toribio y el desarrollo de la II Asamblea Sinodal Arquidiocesana de Lima, el Cardenal Castillo acogió, durante estos meses en el Palacio Arzobispal, a los sacerdotes de los doce decanatos de la Iglesia de Lima. El propósito de estos encuentros: escuchar, reflexionar juntos en torno a la vocación sacerdotal, y compartir los frutos de las Asambleas Sinodales Parroquiales vividas en las comunidades locales.
«Estas reuniones se han dado por el deseo de nuestro Pastor de escuchar a sus sacerdotes en clave sinodalidad. Se hizo de forma progresiva decanato por decanato. La asistencia ha sido digna de resaltar porque, prácticamente, han acudido todos», explicó el padre Fidel Ernesto Zavaleta, responsable de la Vicaría del Clero.
Según comentó el padre Zavaleta, cada encuentro con los decanatos ha tenido «expresiones muy hermosas y sinceras en dónde hemos podido compartir lo que la sinodalidad ha ido haciendo en el corazón y la mente de los sacerdotes». Se destaca la participación, el compartir y la apertura para escuchar los aportes del clero limeño.
Vocación sacerdotal y realidad eclesiástica
La dinámica de los encuentros con los sacerdotes de los doce decanatos se ha ido tejiendo desde un punto de partida clave: cómo estamos viviendo nuestro sacerdocio en las diferentes edades y realidades eclesiásticas que nos toca vivir.
Cada pregunta abordada – indicó el padre Zavaleta – ha tenido un momento para reflexionar y orar en silencio. Posterior a ello, ha surgido un diálogo fraterno entre los sacerdotes y el Cardenal Castillo, planteando una mirada más a fondo para tratar la raíz de los problemas que puedan suscitarse y no sólo abordarlo de manera superficial.
Proceso sinodal en Lima
Un segundo punto en la agenda de estos encuentros estuvo marcado por una amplia reflexión en torno a las Asambleas Sinodales Parroquiales, cómo se vivieron a nivel personal y junto a la comunidad parroquial. Se abrió espacio a un nuevo diálogo para escuchar opiniones, dificultades y logros en torno al proceso sinodal de este año.
También se dedicó un tiempo para compartir cómo se ha ido incorporando el Plan Pastoral en las parroquias de nuestra jurisdicción eclesiástica. Este momento de evaluación también ha dejado algunas conclusiones interesantes que han sido recogidas en la elaboración del Instrumentum Laboris que se discutirá en la II Asamblea Sinodal Arquidiocesana, convocada para el 6, 7 y 8 de enero en el colegio San Agustín.
Arquidiócesis de Lima y visitas pastorales
El último tema por tratar se abocó a la diócesis limeña. El Cardenal Castillo ha reafirmado su deseo de implementar, como un criterio de gobierno compartido, el camino pastoral de la Iglesia de Lima, a partir de una escucha ampliada y la confrontación de ideas con los sacerdotes de cada decanato.
Este acercamiento ha venido acompañado de una nueva agenda de actividades para el año 2026, que consistirá en una nueva visita pastoral del Primado del Perú a todos los decanatos en el marco de los 300 años de la canonización de Santo Toribio de Mogrovejo.
El ambiente de estos encuentros ha sido muy cordial, sincero y de oración. Motivados por el Espíritu Santo que nos ilumina, hay un buen futuro para el camino pastoral y sinodal de la Iglesia de Lima.
PADRE FIDEL ZAVALETA – VICARIO DE LA VICARÍA DEL CLERO
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