Los frutos del Espíritu en el proceso sinodal de Lima

La Iglesia de Lima se prepara para escribir un nuevo capítulo sobre sinodalidad. Tras haber culminado con éxito un proceso inédito de Asambleas Sinodales Parroquiales, la voz del Pueblo de Dios resonará y se hará escuchar en la II Asamblea Sinodal Arquidiocesana de enero 2026, que se celebrará en el marco del Año Jubilar por los 300 años de canonización de Santo Toribio de Mogrovejo.

Escribe: Juan José Dioses

Son muchas las razones para creer y sentir que la II Asamblea Sinodal Arquidiocesana de Lima marcará un hito en la vida de nuestra Iglesia peruana. Han pasado más de cinco años desde que el Cardenal Carlos Castillo convocó a una primera gran asamblea – la primera también en el pontificado de Francisco – con más de 800 representantes de la Arquidiócesis, entre agentes pastorales, jóvenes, adultos mayores, sacerdotes, religiosos, seminaristas, comunidad universitaria y obispos.

Frutos de la primera Asamblea Sinodal Arquidiocesana

Los resultados de estos tres días de espacios de escucha y diálogo fecundo se manifestaron un mes después en la Carta Pastoral: “En el camino de la ‘conversión pastoral’ para la conversión social, humana y ecológica de nuestra ciudad”. Se trazó, así, el camino de la Iglesia de Lima para los años venideros, proponiendo una serie de «orientaciones abiertas» que contribuyan a construir una Iglesia que nace en diálogo con el mundo. «Era necesario – se detalla en el documento – que escucháramos las observaciones de los católicos limeños sobre su Iglesia en relación con los problemas vividos por todos».

Segundo día de la Asamblea Sinodal Arquidiocesana (enero, 2020)

Desde entonces, hemos sido interpelados a vivir la sinodalidad en las circunstancias más adversas y desafiantes: el surgimiento de una pandemia, el confinamiento obligatorio, el Bicentenario del Perú, la inestabilidad política y la situación de hambruna, son algunos ejemplos. Tuvimos que repensar nuevas formas de vivir la Iglesia y anunciar el Evangelio desde el corazón de los problemas álgidos. Y solo remando juntos es que pudimos experimentar el sentido profundo de la fraternidad.

Semana Sinodal en Lima: Abrirnos a las periferias

Dos años más tarde, remecidos aún por el fuerte oleaje de muertes que dejó el Covid-19, nuestro arzobispo de Lima realizó una convocatoria abierta de encuentros presenciales para escuchar a las nuevas periferias existenciales que surgieron a consecuencia de la pandemia. La iniciativa se inspiró como marco de preparación para el Sínodo sobre la Sinodalidad y como parte del proceso de integración del Plan Pastoral de ese año.

Las madres de las ollas comunes, los migrantes, los jóvenes universitarios, los pequeños y medianos empresarios, los profesores, los sindicatos, las mujeres, las hermandades y los religiosos de la vida contemplativo. Todos tuvieron espacio y voz en pequeñas asambleas que contaron con la participación de los obispos de la jurisdicción eclesiástica.

Semana Sinodal de Lima con las madres de las ollas comunes (julio, 2022)

Mientras que las mujeres hicieron un llamado a renovar la Iglesia desde las bases y evitar el clericalismo, los migrantes nos invitaron a repensar el mundo desde la fraternidad y el respeto mutuo. Los sindicatos y profesores exhortaron a pensar en el bien común, y las madres de las ollas comunes pidieron que la ayuda social de la Iglesia se mantenga en las zonas periféricas y cerros de la ciudad. Los representantes de las congregaciones religiosas indicaron que es necesario superar la rigidez y falta de apertura en sus instituciones, mientras que los jóvenes universitarios pidieron no acallar sus voces, porque en ellos reposa el futuro de la vida humana.

El año 2023 y 2024 estuvieron dedicados a interiorizar las recomendaciones que hubo en las dos sesiones de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

La experiencia de las Asambleas Sinodales Parroquiales

Durante este año, Lima se preparó para vivir un proceso inédito: las Asambleas Sinodales Parroquiales. En marzo de 2025, el Cardenal Carlos Castillo anunció, en su «Carta Pastoral por la Cuaresma«, el desarrollo de las asambleas sinodales en cada iglesia local, una oportunidad histórica para «debatir y acoger todas las sugerencias que nos ayuden a mejorar como parroquia sinodal y misionera».

Asamblea Sinodal Parroquial en Santa Magdalena Sofía Barat (julio, 2025)

Después de estos cinco años, necesitamos detenernos para hacer memoria agradecida, preguntarnos dónde estamos y hasta dónde hemos llegado. Es momento de proponernos mirar juntos hacia dónde quiere el Señor que caminemos como Iglesia de Lima

CARDENAL CASTILLO SOBRE ASAMBLEAS SINODALES PARROQUIALES

Para la preparación de cada asamblea, la Comisión Arquidiocesana de Sinodalidad organizó un encuentro con más de 400 facilitadores. Asimismo, se trabajó en una Guía de Lectura con un lenguaje sencillo y práctico para que «cada parroquia pueda adaptarla de acuerdo con su propia realidad eclesial».

Encuentro de Facilitadores en Lima (junio, 2025)

El Padre Juan Bytton, Asesor de Sinodalidad en la Iglesia de Lima, explicó que todo el proceso sinodal en Lima ha recogido las recomendaciones del documento final del Sínodo de la Sinodalidad, así como las pistas para la fase de implementación:

«En Lima hemos vivido esto que el Cardenal Mario Grech llamaba, con mucha sabiduría, el principio de circularidad. Y ahora nos preparamos para devolver a cada parroquia lo que ha trabajado en su propia comunidad, reuniendo a sacerdotes, religiosas, laicos, comunidades quechuahablantes, hermandades y colegios», indicó.

El camino sinodal en la Iglesia de Lima tiene tres fases bien planteadas: la escucha, el discernimiento y la decisión.

PADRE JUAN BYTTON – ASESOR DE SINODALIDAD EN LIMA

Preparación del Instrumentum Laboris

A la fecha, 128 parroquias de Lima ya vivieron su Asamblea Sinodal Parroquial. Las conclusiones fueron enviadas oportunamente a cada decanato y a la comisión organizadora. En el mes de octubre se desarrolló una segunda etapa de encuentros decanales ampliados, a fin de compartir los frutos y elaborar el Instrumentum Laboris para la II Asamblea Sinodal Arquidiocesana.

El nuevo documento, que será presentado a fines de noviembre junto al Plan Pastoral 2026, expondrá los aportes y sugerencias que las iglesias locales han hecho en temas como: identidad e integración, participación, pastoral evangelizadora, vida en el Espíritu, sacramentos y liturgia, acogida y acompañamiento, formación, pastoral social y solidaridad, comunicación.

La metodología sinodal, la metodología de la Conversación en el Espíritu, es un modo de vivir nuestro cristianismo con apertura y capacidad de escucha. No es una cuestión de adaptarnos al mundo, se trata de adaptarnos al Evangelio inmerso en las situaciones del mundo sin dejar de ser fieles, permitiendo que el Espíritu ilumine el Magisterio y la Tradición de la Iglesia.

PADRE JUAN BYTTON – ASESOR DE SINODALIDAD EN LIMA
Miembros de la Comisión Arquidiocesana de Sinodalidad durante la elaboración del Instrumentum Laboris (octubre, 2025)

II Asamblea Sinodal Arquidiocesana en el año de Santo Toribio

Podemos decir, con inmensa alegría y orgullo, que la Iglesia de Lima afianza el camino para lograr encarnar la sinodalidad en el corazón de sus parroquias y del pueblo fiel de Dios. Un detalle no menos importante es que la celebración de la II Asamblea Sinodal Arquidiocesana estará enmarcada con el inicio del Año Jubilar por los 300 años de canonización de Santo Toribio de Mogrovejo y el Plan Pastoral 2026. Todos inspirados en el lema: «Siguiendo a Jesús, como Santo Toribio, somos misioneros de esperanza«.

Así como insertó Santo Toribio la Iglesia en los quehaceres recónditos de nuestro pueblo, nosotros hoy hemos de insertar nuestras propuestas, allí donde se gestan los nuevos relatos de la humanidad peruana, en sus lenguajes y sentires».

CARDENAL CARLOS CASTILLO – ASAMBLEA SINODAL ARQUIDIOCESANA (2020)

Se abre, así, un nuevo hito en este camino irreversible de la Iglesia Sinodal que el Papa Francisco comenzó. Y unidos a nuestro Papa León XIV, a Toribio de Mogrovejo y a los santos de hoy, la Iglesia de Lima volverá a levantarse.