Cardenal Castillo: Escuchar a Dios en la oración y en nuestra diversidad nacional

En la Eucaristía de este domingo en Catedral de Lima ofrecida especialmente por nuestra nación, el Cardenal Carlos Castillo destacó el valor de la oración, la confianza en Dios y el camino de unidad en medio de la diversidad cultural de nuestro país.

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“Nos hemos apersonado hoy a la Catedral, unidos a todas las iglesias de Lima, para dar gracias a Dios por nuestra Patria y para orar por ella; para orar por todos los peruanos que vivimos aquí en esta tierra, y por todos aquellos que han migrado”, ha expresado el arzobispo de Lima recordando, especialmente, a los peruanos que enfrentan dificultades en otras partes del mundo, incluyendo, algunas situaciones de desprecio por ser migrantes.

Comentando el Evangelio de Lucas (11,1-13), el Prelado explicó que la oración es un acto de confianza en Dios y ha sido parte fundamental de nuestra historia: “La oración es un permanente confiar en Dios. Tenemos la maravilla de ser un pueblo creyente que siempre confía y, quizás, por eso, todavía existimos como país. Si la oración no existiera, de repente ya habríamos desaparecido”, señaló.

Refiriéndose a la riqueza cultural de nuestro país, el Cardenal Castillo recordó que “es muy difícil unir al Perú si es tan diversificado, con tantos pueblos, con tantas culturas, con tantos idiomas […] tenemos cientos de idiomas que están desperdigados por los pueblos de la selva” y, a pesar de ello, Dios acompaña con ternura a su pueblo: “El Padre siempre está atento a estos problemas que tenemos, a esas diversidades, y también a las cosas lindas que tenemos”.

El Primado del Perú remarcó la importancia de orar con insistencia, como lo hizo Abraham en el libro del Génesis: “Abraham le dice: ‘Señor, si hubieran 40, 30, 20…’, ¿destruirías la ciudad y matarías al pecador con el santo?’ […] Y la respuesta de Dios siempre fue: ‘Yo tendría paciencia’”.

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Somos una Patria que no se ha estancado

A pesar de la compleja crisis humana y de valores que vive nuestro país, el arzobispo recordó que el Espíritu de Dios “inspira una capacidad creativa impresionante” y que, en momentos claves de la historia, “hemos salido de muchos entrampamientos porque somos una Patria que no se ha estancado”.

También celebró el creciente sentido de unidad e identidad nacional que hemos desarrollado en los últimos tiempos: “Todos queremos llamarnos, y nos llamamos, verdaderamente peruanos, seamos de cualquier parte del país”, recordando que antes muchos se identificaban más con sus regiones que con la nación.

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Tener el Espíritu de Dios significa eso: un Dios que nos creó a todos distintos, únicos y, simultáneamente, a todos hijos.

Antes de concluir, el Cardenal Castillo reiteró que nuestra relación orante con Dios siempre debe ser “con confianza, sin vergüenza”, y animó a que “sigamos creciendo como hermanos, sobre todo, ayudando a que los que nos dirigen se comporten realmente como hermanos que tienen compasión por su pueblo y saben dirigirlo con el corazón”.

La Misa por el Perú contó con la participación de la Comisión de la Vicaría Episcopal de la Pastoral Arquidiocesana, responsable de la organización de la Semana de Reflexión por el Perú y las acciones significativas por el mes de la Patria. La misa fue concelebrada por el Padre Juan Goicochea, vicario episcopal de la comisión.

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