Mons. Cornejo: “No hay amor más grande que dar la vida por los suyos”

Este cuarto domingo de Pascua, también conocido como el Domingo del Buen Pastor, la Iglesia de Lima ofreció la Eucaristía por la Jornada Mundial de Oración las Vocaciones. Monseñor Guillermo Cornejo, obispo auxiliar de Lima, agradeció a Dios por la elección del Papa León XIV, a quien consideró como un «hombre bueno, sencillo y generoso que nos unirá a todos».

Además, dirigiéndose a todas las madres en su día, destacó el rol fundamental de la mujer en la Iglesia, la sociedad y la familia. Ellas son «las pastorcitas del hogar» que, con valentía y amor «guían a sus hijos».

El obispo auxiliar de Lima inició su homilía recordando la importancia de orar por todas las vocaciones, no solo las sacerdotales y religiosas, sino por toda aquella persona que desarrolla su vocación en este mundo. En ese sentido, el Evangelio de hoy (Juan 10,27-30), expresa la voluntad del Señor de entregar su vida por sus ovejas: «ninguna perecerá ni le será arrebatada”, precisó, porque para Dios todos somos importantes y «las puertas siempre están abiertas».

Cuando tengamos responsabilidades en la Iglesia, en la política, en los colegios o en la familia, no anunciemos solo problemas; llevemos fe, llevemos caridad, llevemos esperanza.

Monseñor Cornejo hizo un llamado a reflexionar sobre la responsabilidad pastoral y vocacional que debemos asumir en nuestra condición de padres, educadores, sacerdotes, religiosas o laicos comprometidos.

En otro momento, se resaltó el papel de las madres como verdaderas pastoras: “Nuestras mamitas, las pastorcitas de los hogares, son tan valientes. Ellas cuidan a sus hijos y dan la vida por ellos”, reiteró.

El Buen Pastor, cuando llega, le da alegría a sus ovejas. Nosotros también debemos ser mensajeros de esperanza y de paz.

Finalmente, recordó el llamado de Jesús: “No hay amor más grande que dar la vida por los suyos”, que es el llamado del Buen Pastor para todo cristiano que quiera seguir verdaderamente al Señor.

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