Más de 200 jóvenes se congregaron en el atrio del Palacio Arzobispal para rendir un emotivo homenaje a nuestro Señor de los Milagros. Con cánticos y bailes, los jóvenes expresaron toda su alegría y esperanza por un país mejor.
Durante el homenaje al Señor de los Milagros, el Cardenal Carlos Castillo recordó que, a lo largo de los siglos, es Jesús quien nos alienta a seguir caminando junto a Él, y que la esperanza y el bien priman sobre todo odio o poder. “Te damos gracias, Señor, porque sigues suscitando en nuestros jóvenes la esperanza más grande, de vivir en amor como tú nos has enseñado”, acotó.
Traer luz, justicia y paz
El arzobispo de Lima reflexionó en torno a la lectura del libro de Isaías, donde la misión de Dios busca traer luz, libertad y paz a todos los pueblos. A la luz de estas palabras y, considerando la realidad que vive nuestra ciudad, marcada por las extorsiones y la inestabilidad política, el Prelado exhortó a las nuevas generaciones a no perder el interés por construir un país mejor, principalmente, a pesar de los obstáculos o de quienes intenten desanimarlos.
El purpurado hizo un llamado a mantener vivo el espíritu de justicia: “Los nuevos jóvenes del Perú, quieren expresar sus voces, no porque quieran hacer líos y problemas sino porque quieren llenar el Perú de aliento y esperanza”, expresó.
Solidaridad con la juventud de nuestro país
El Cardenal Castillo pidió por todas las personas que resultaron heridas en las manifestaciones y marchas ocurridas en la capital. Animó a que la unidad y el raciocinio por parte de las autoridades del país sean una prioridad, a fin de comprender las expresiones pacíficas de los jóvenes y no a condenarlas. Señaló que el clamor del pueblo busca ser escuchado, y este tipo de expresiones – como la danza de los jóvenes – es una oportunidad para fortalecer lazos de amistad y promover la tranquilidad de todos.
Dios camina y baila con nosotros
En otro momento, el Cardenal recordó las palabras del Papa Francisco, “Nuestro Dios es un Dios que baila con nosotros porque quiere la armonía entre las personas, no busca la desarmonía ni el desentono”. Y agregó que nuestro Señor está presente en cada paso y en cada camino, acompañando a sus hijos y buscando su bienestar e integridad.
A pesar de las divisiones o conflictos, el arzobispo de Lima sostuvo que debemos vencer las adversidades con la belleza de la armonía del amor de Dios.
Para culminar el homenaje, el Coro Arquidiocesano Juvenil interpretó el tema “Oh, Cristo de los Milagros“ en compañía del elenco de baile. Los jóvenes de la Vicaría de la Juventud entregaron un arreglo floral y se despidieron de la sagrada imagen entre cánticos y bailes.
