La comunidad parroquial de Cristo Reconciliador, en La Molina, celebraron su Asamblea Sinodal Parroquial en un amplio espacio de escucha y discernimiento. Fueron alrededor de 100 personas, entre adultos, jóvenes y vecinos de la zona.
“Todos vinieron con el deseo de aportar y dejarse guiar por el Espíritu en este camino compartido”, fueron las palabras del padre Ronny Vicente Sierra, párroco de la comunidad, quien saludó la participación y el compromiso de los fieles durante la Asamblea Sinodal.
En tanto, Jorge Heredia, facilitador durante la asamblea, valoró el esfuerzo de la Iglesia de Lima para escuchar todas las voces: «La sinodalidad nos impulsa a vivir la comunión y la corresponsabilidad. Es el Espíritu Santo quien nos guía para descubrir los caminos que Dios pide a nuestra parroquia”, apuntó.
Durante la Asamblea Sinodal Parroquial, varios grupos coincidieron en señalar la necesidad de fortalecer la comunicación y animar a más familias a comprometerse con la vida parroquial. “Hace falta crecer en la escucha y el apoyo mutuo, salir al encuentro del otro y empezar desde nuestra propia comunidad”, añadió el padre Sierra.
La asamblea nos ayuda a ver una Iglesia viva, organizada, que quiere ser escuchada. Nos recuerda que debemos acompañar de manera personal y consciente a cada comunidad, conocer sus dones y caminar con ellos en su misión.
PADRE Ronny Vicente Sierra.
A raíz de la asamblea vivida en comunidad, se percibe una «mayor apertura en iniciativas de servicio». Según señaló la parroquia, el intercambio de aportes e ideas ha permitido que «los hermanos se animen a conocerse más, acompañar a las familias, organizarse para visitar enfermos y continuar dando testimonio de fe».
