En el corazón de El Agustino sopla fuerte el espíritu sinodal, en la parroquia Santa Magdalena Sofia Barat, quienes fieles al llamado de nuestra Iglesia de Lima, convocaron a toda su comunidad a participar de este encuentro de diálogo y escucha inspirados en Cristo.

El padre Walter Alcos, párroco de la comunidad, junto a su equipo de trabajo, inició los preparativos para la asamblea sinodal parroquial. En primer lugar, buscaron previamente a los facilitadores, luego, definiendo el ambiente propicio y, sobre todo, vieron la manera de comunicar y motivar a los fieles del distrito a participar.
“Sabíamos que los facilitadores son clave en el desarrollo de la reunión, por ello, los invitamos a participar en las charlas. Luego nosotros los reforzamos con charlas y ensayos en la parroquia, sobre todo, en la metodología de la Conversación en el Espíritu”, refirió el sacerdote.
Participaron de la asamblea agentes pastorales de los diferentes grupos de la parroquia, hermanos del club del adulto mayor, dirigentes de la comunidad, representantes de las ollas comunes y comedores populares de la zona, maestras y madres cuidadoras de las cunas parroquiales, así como hermanos quechuahablantes que residen en El Agustino.
Desde su mirada pastoral, el padre Alcos comentó que, entre los principales frutos de esta reunión, ha percibido la participación más activa de los fieles en un ambiente de escucha sincera, con el deseo e intención de caminar juntos como Iglesia más cercana, acogedora y misionera, en fidelidad al Evangelio.
“La asamblea sinodal es una oportunidad de escuchar al Pueblo de Dios y renovar juntos el camino parroquial. No se trata de “organizar un evento”, sino de crear un espacio sagrado de acogida, oración y discernimiento comunitario. Una parroquia que escucha y camina junta se renueva, se enriquece y crece en comunión y compromiso misionero”, indicó el padre Alcos.
Por su parte, Marysol Calcina, coordinadora de la Cunas Parroquiales de la zona, participó de la reunión, manifestó haberse sentido acogida y cercana al compartir con otros hermanos para reflexionar en comunidad sobre las dificultades que atraviesan en su jurisdicción.
“Estos encuentros sinodales son importantes porque son una gran oportunidad para tratar temas que nos involucra en nuestra comunidad y debemos de reflexionar para buscar soluciones que nos unan y comprometa en favor del bien común”, precisó Marysol.
De la misma manera, Junior Sedano, facilitador de Santa Magdalena Sofia Barat, manifestó haberse sentido agradecido por la oportunidad de acompañar el proceso y fue para él una experiencia enriquecedora.
“Estos espacios nos enseñan a caminar como Iglesia en comunidad, escuchándonos unos a otros y discerniendo juntos. Son momentos donde el Espíritu Santo actúa, permitiéndonos descubrir qué necesita nuestra parroquia y hacia dónde debemos orientarnos como pueblo de Dios”, señaló Junior.
En ese sentido, el facilitador parroquial invitó a todas las parroquias a participar de esta actividad sinodal: “La Asamblea no es solo una reunión más; es un momento de gracia donde toda la comunidad se encuentra, se escucha y sueña junta. Como facilitador, puedo decir que es una experiencia que transforma no solo a la parroquia, sino también a cada persona que se involucra”.







