La comunidad de la Parroquia Santa Catalina de Siena vivió un encuentro fraterno durante su Asamblea Sinodal Parroquial. A lo largo de la jornada participaron más de 150 personas, entre ellas, grupos pastorales, comunidades, catequistas, acólitos y laicos.

Durante el desarrollo de la Conversación en el Espíritu, uno de los temas con mayor resonancia fue la necesidad de fortalecer la unidad entre los distintos grupos parroquiales. A pesar de compartir espacios y trabajos en común, muchas personas aún no se conocen entre sí. Por ello, se propuso trabajar en los lazos de fraternidad para mirar al hermano con nuevos ojos y comprometerse a dejar de lado actitudes de exclusión. También se destacó la importancia de promover con mayor fuerza la participación y formación de los jóvenes.
Otra de las inquietudes expresadas durante el encuentro fue la acción concreta y necesaria de acudir a las realidades existenciales que hoy afectan a nuestra sociedad, como la pobreza, el desempleo y el abandono, especialmente, de las personas adultas mayores. En ese sentido, se coincidió en que la preparación de la comunidad parroquial es clave para construir una Iglesia más humana, comprometida con la dignidad de cada persona.


“Las Asambleas Sinodales Parroquiales nos enseñan a escuchar con humildad, a valorar las opiniones de los demás y a descubrir que todos tenemos algo que aportar. Nos ayudan a vivir la Iglesia como una familia donde nadie queda fuera como decía el Papa Francisco”, expresaron durante el plenario.
El padre Mario Marquina, párroco de la comunidad en Chorrillos, afirmó que, para la realización de la asamblea sinodal, se realizaron reuniones previas de formación y capacitaciones virtuales. “En estos espacios, cada persona pudo expresarse con libertad, lo que generó un ambiente más participativo, misionero y solidario”, acotó.
Del mismo modo, animó a las demás parroquias a continuar participando de estos encuentros sinodales, recordando que debemos dejarnos guiar por Dios para caminar juntos hacia una Iglesia más cercana y amiga.

