Nuestros hermanos y hermanas de la comunidad Santa María Reina, en San Isidro, organizaron su Asamblea Sinodal Parroquial con la participación de 90 fieles, entre agentes pastorales y vecinos de la zona.
El Padre Víctor Müller Bull SM., párroco de Santa María Reina, destacó que este encuentro ha sido muy favorable para su comunidad: “Es un espacio donde todos ganamos. La parroquia no camina sola, todos somos llamados a la acogida, la escucha y el contribuir, desde nuestras propias realidades, a que juntos hagamos crecer el Reino de Dios”.
Por su parte, Katalina Zambrano, agente pastoral de la comunidad mariana, indicó que estos encuentros son muy importantes porque “generan mayor compromiso para evangelizar y llegar de manera especial a aquellos que no participan de la parroquia».
No obstante, entre los retos que surgieron en la reunión, Zambrano señaló que la comunicación fue un punto clave para mejorar: “Es crucial fortalecer la comunicación como pilar, tanto al interior de los grupos y comunidades, ya que es una necesidad urgente para acoger a más hijos de Dios que buscan espacios de escucha y expresión de ideas”, añadió.
Conversación en el Espíritu: primeras reflexiones
El Padre Müller indicó que, luego de la Conversación en El Espíritu, los participantes manifestaron “haberse sentido acogidos y agradecidos por el espacio de encuentro brindado, la dinámica desarrollada y el tiempo incurrido”.
Vi una comunidad unida, con participación de diferentes edades y vecinos de la zona. La experiencia fue tan enriquecedora que algunos pedían más tiempo
Katalina Zambrano
Desde la comunidad parroquial se hizo un llamado a vivir las Asambleas Sinodales Parroquiales con apertura y discernimiento: “Les diría que acudan con ánimo y compromiso. Sean puntuales y no se hagan ninguna expectativa; dejen actuar al Espíritu Santo. A los miembros del equipo organizador les aconsejaría que sean perseverantes, comprometidos y respetuosos de la causa, recordando que el servicio es para Dios”, manifestó Zambrano.
