«En estos 100 años celebramos la presencia del Evangelio en las personas, la presencia de Jesucristo a través de las personas que acompañan a los misioneros vicentinos», comentó Monseñor Ricardo Rodríguez, Obispo Auxiliar de Lima durante la celebración de los 100 años de la presencia de los misioneros Vicentinos en la Parroquia La Virgen Milagrosa.
Durante la Eucaristía también estuvieron presentes el Superior Provincial Vicentino, P. Francisco Domingo y representantes de las congregaciones Dorotea, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, Celadoras del Sagrado Corazón de Jesús, Las Agustinas.
Cristianos con capacidad de mirar el pasado y hacer memoria
Mons. Rodríguez inició su homilía explicando que «saber dar gracias» es un gesto fundamental que está «dentro de la constitución de cada cristiano. San Pablo siempre nos dice en todo momento den gracias a Dios, no solo cuando les vaya bien», añadió.
Para agradecer también es necesario «mirar atrás» – señaló el Obispo Auxiliar: “vamos a mirar atrás porque tenemos que ser cristianos que sepan mirar atrás, que sepan temporizar sus acciones. Debo mirar atrás porque no soy el primero en este camino, porque no soy el único que lo está recorriendo».
«Mirar atrás» para ser agradecido
Mirar atrás es también un gesto de agradecimiento – “mirar atrás, no para llorar, no para comparar sino para recordar que Dios conduce la historia, y por lo tanto, somos agentes que colaboramos y contribuimos en esa historia» – indicó.
“Quiero insistir en esta capacidad de hacer memoria, porque solo quien tiene memoria puede ser agradecido
Profundizar la fe en el presente
Además de la gratitud, también debemos trabajar en «vivir el presente» – «No podemos estar pensando que el mundo no ha cambiado. Hace 100 años el Perú era distinto, y hay que reconocer que nuestro país tiene otras características ahora, pero hay absolutos que no pueden cambiarse” – explicó.
Tenemos que aprender a vivir el presente pero con claridad. Soy cristiano, tengo mis convicciones bien claras y hoy me toca vivirlas con claridad, con las exigencias de hoy, con las condiciones de hoy, con las expresiones de hoy.
Profundizar nuestras experiencias de fe
“Tenemos que vivir, tenemos que profundizar todas nuestras experiencias de fe, vivir el hoy sin olvidar el pasado – dijo en otro momento – El cristiano se caracteriza por mirar hacia adelante, lo que va a suceder, lo que viene, lo que se espera, por eso dice que tenemos esperanza, porque el cristiano se proyecta a algo diferente, no se queda en el hoy, el hoy lo vive con profundidad.”
Monseñor Ricardo, subrayó que los cristianos somos hombres que «saben mirar su historia», saben mirar su presente y “se abren a una dimensión distinta mañana” encontrando siempre “una razón para seguir”
La alegría del cristiano se vive con esperanza
Por último, Monseñor Rodríguez invitó a la comunidad de misioneros vicentinos a vivir la alegría del cristiano con esperanza: «La alegría del cristiano no es una suma de alegrías, es una condición permanente, es un estado permanente que el hombre experimenta» –concluyó.