Al llegar el Tiempo de Adviento, compartimos el testimonio de nuestros hermanos de la Comunidad de Sant’Egidio Perú, que congregados en la Iglesia de San Lázaro (Rímac), se reúnen cada semana para compartir el alimento con los «amigos de la calle». De esta manera damos inicio a nuestro ciclo: «Adviento de las Periferias», una reflexión especial en cada domingo de Adviento.
Siguiendo el camino propuesto en nuestro Plan Pastoral Arquidiocesano, y bajo el lema «Jesús camina con nosotros para construir fraternidad», cada domingo difundiremos la reflexión del Adviento a cargo de las periferias de nuestra ciudad.
En este primer domingo, escuchemos la voz de los jóvenes voluntarios de Sant’Egidio Perú, que se reúnen en el corazón del Rímac para llevar una luz de esperanza a nuestros hermanos de la calle.
«En esta primera semana de Adviento, nos levantamos para esperarte, Señor, abriendo nuevos caminos y compartiendo tus dones con los demás; inspirados en el Dios de nuestra historia que se hizo pobre y sufrió como nosotros», indica el videomensaje compartido en las redes sociales del Arzobispado de Lima.
Vamos al encuentro del Señor con esperanza esperante.
A través del testimonio de sus vidas, los voluntarios de Sant’Egidio Perú nos invitan a ir al encuentro del Señor «con esperanza esperante, con los brazos abiertos y las manos llenas, con el corazón dispuesto a buscarte y a servirte».
En esta reflexión de Adviento, la comunidad rimense de la Iglesia de San Lázaro, nos recuerda que «Dios nos ha constituido en seres esperantes y abiertos para entender la hondura de su presencia y su venida». Es por ello que se preguntan: ¿Cómo esperaremos este Tiempo de Adviento? ¿Cómo podemos aportar a vivir la esperanza en la humanidad?
Finalmente, su párroco, el Padre Frederic Comalata, hace un llamado a «reconocer los signos del amor que hay en la realidad, que son los signos de Jesús viviente en la gente».
Como se sabe, todas las semanas, la Comunidad de Sant’Egidio Perú convoca a laicos voluntarios para compartir el pan con nuestros «amigos de la calle». Es así como parten de la Iglesia de San Lázaro para visitar a alrededor de 80 personas que viven en condiciones de pobreza y de pobreza extrema.