Año de San José: Historia de su devoción en el Perú

Continuando el ciclo de reflexiones en el Año de «San José: Patrono de la Iglesia», compartimos una interesante meditación a cargo de José Antonio Benito, reconocido historiador peruano, quien explica cómo es que San José logra convertirse en Patrono del Perú: «Los invito a descubrir la imagen de San José en la iconografía, en algún rótulo, en la advocación de una congregación, porque verán que son multitudes las veces en las que aparece San José aquí en el Perú, llevándolo en 1828, a declararle como Patrono del Perú por el Congreso de la República».

El punto de partida, señala Benito, es el Museo de Arte de Lima (MALI), en la sección de arte virreinal, donde observaremos deliciosos lienzos en los que aparece José en la Sagrada Familia, en el taller de Nazaret, y que nos describe como es la vida cotidiana de la Lima de antaño, del Perú virreinal, pero donde se transfigura de acuerdo con las imágenes de la Biblia.

Seguidamente, el historiador explicó que en la Catedral de Lima se encuentran, además de lienzos y esculturas de la Sagrada Familia, una capilla dedicada a San José, del año 1567, durante la gestión del Primer Arzobispo de Lima, Jerónimo de Loayza, en la cual- señala Benito- existía una cofradía de carpinteros que van a tener como modelo a San José y le empiezan a rendir devoción a través de misas y novenas mensuales.

“En 1583, en el gran Concilio Limense III, convocado por Santo Toribio, ante la profusión de fiestas, seleccionan las que consideran más esenciales, y entre ellas, queda la de San José como día feriado, pero no solo el 19 de marzo, sino todos los 19 de cada mes. Lo pueden ver en la regla consueta de la Catedral que va a durar hasta fines del siglo XIX”, señala Benito.

Posteriormente, en el año 1603, en la avenida Abancay en el Cercado de Lima, se encontraba el Monasterio de la Limpia Concepción- hoy Iglesia-, del cual se crea la Fundación de las Descalzas de San José que, actualmente se encuentra en el distrito de Santiago de Surco.

Por otro lado, en el Centro de Lima, se ubica el Monasterio de Jesús, José y María, fundado por la devoción de Nicolás Ayllón y su esposa Jacinta, empresarios textiles, descendientes de caciques mochicas. “Su apellido es Puyzón de Chiclayo y van a levantar un centro para recoger a jóvenes que después, se convertirá en el Monasterio de Clarisas Capuchinas y fíjense lo que dice Nicolás Ayllón: “fundó este monasterio a invitación del glorioso padre San José, en la solicitud de sustentar su Sagrada Familia con el oficio de carpintero y así le impongo el nombre de  Jesús, María y José por la mira de tan soberano ejemplar”.

José Benito, además, refiere que a lo largo de todo el Perú, encontraremos pueblos en honor a San José como también congregaciones, colegios, seminarios y monasterios, llegando a contabilizar un promedio de 90: “De esta forma, el 13 de julio de 1945, se va a crear hasta una Prefectura Apostólica en la Amazonía, San José de Amazonas”, acotó.

Y por lo comentado sobre la devoción a San José, Benito sostiene que todo ello llevó a que el Congreso de la República declare como Patrono del Perú, según Jorge Basadre, en su I tomo, capítulo 3, donde señala acerca de las relaciones Iglesia-Estado.

“Basadre nos comparte los considerandos del Congreso de la República, que el 14 de marzo de 1828, dirá: ‘los peruanos profesan particular devoción al glorioso San José. Y que así, en todas las iglesias de la República, se celebra su conmemoración un día de cada mes y que todos los peruanos profesan particular devoción al glorioso San José’. Es por ello, que el Congreso elige y toma por Patrono de la República al glorioso San José y lo pone bajo su especial patrocinio. Su fiesta principal será de tabla, con asistencia de las corporaciones en todas las catedrales”.

El historiador comentó que  durante el Simposio de los Oblatos de San José en el 2002, el Padre Armando Nieto recordó la curiosa circunstancia en las que se dio el nombramiento de San José, porque el Presidente de la República en 1828 era José de La Mar, el Presidente del Congreso Luna Pizarro, quien luego fuera Arzobispo de Lima y el secretario del Congreso, era un político liberal y masón, Javier Mariátegui.

“Todo esto va a ayudar a que se potencie la devoción y hoy, en muchas iglesias, hay imágenes de San José, justamente, al calor de esta declaración, pero mucho más, cuando un siglo después, por iniciativa del Cardenal Landázuri y de todos los obispos, solicitaron al Papa que renueve esta declaración del Patronato de San José y así, en 1957, Pío XII va a declarar al patriarca San José, esposo de la Virgen María, como principal Patrono de la nación peruana”, finalizó.