Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, participó en la reciente edición del programa ‘Diálogo de Fe’ para reflexionar sobre el evangelio de Lucas (12,49-53) del XX domingo del Tiempo Ordinario.
En otro momento, el obispo de Lima también comentó las palabras del Papa Francisco durante la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.
El tiempo de la creación: ecología y oración unidas
Monseñor Castillo empezó su intervención explicando la iniciativa del Papa Francisco llamada: “el tiempo de la creación” en el marco de la fiesta de San Francisco de Asís, patrono de la ecología, a celebrarse del 01 de septiembre al 04 de octubre.
“Es una iniciativa del Papa Francisco de hace unos años con el propósito de tener especial relación de oración y conciencia profunda del gran problema de la creación y de la ecología actual, de la mano con el próximo Sínodo Amazónico que será en el mes de octubre, en Roma”, comentó.
En este sentido, la Arquidiócesis de Lima celebrará una misa el domingo 01 de septiembre con “todos los grupos ecologistas de las zonas donde hay problemas ecológicos serios, habrá oración, se invitarán a diferentes parroquias, y grupos amazónicos para que se hable sobre la problemática.”
Más que conquistar espacios hay que generar nuevos procesos
El obispo de Lima resaltó que la mayoría de las dificultades que se han presentado en la zona amazónica “vienen de la falta de cercanía”, por lo que es necesario un trabajo misionero en las zonas alejadas del país, aprendiendo el idioma que se habla en los pueblos y realizando actividades juntos.
“Esta misión también debe realizarse en las zonas cercanas a Lima, como los jóvenes de la confirmación de la PUCP que han ido por cuatro días a construir casas en la parte alta de SJL, trabajando con la gente y generando un nuevo lenguaje. El Papa dice “hay que generar nuevos procesos, más que conquistar espacios”, se refiere a establecer relaciones que van abriendo nuevos horizontes.”
El fuego abrasador del Evangelio que nos define
Al ser consultado sobre el evangelio de Lucas (12,49-53) del XX domingo del Tiempo Ordinario, Monseñor Castillo señaló que Jesús quiere «que ejerzamos una actitud de respuesta profética a las situaciones», y cuando habla que el Señor ha venido a traer fuego a la tierra, «está hablando de su muerte, por anunciar fuego en la tierra va a sufrir como consecuencia el martirio, porque él no va a matar a nadie, él va a anunciar el evangelio del amor», y el fuego del que habla es «el fuego del amor que nos trae el Señor».
El Señor nos dice que «tenemos que definirnos por él, dividir nuestra vida entre lo malo y lo bueno, y optar por lo bueno». En ese sentido, hay una palabra en el evangelio de Mateo que se equilibra con el evangelio de Lucas: “No he venido a traer la paz, sino la espada”, y la palabra espada en el antiguo y nuevo testamento refiere a las armas, pero también refiere a la palabra de Dios: “la palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que espada alguna de doble filo, penetra hasta las junturas entre el alma y el espíritu y todo queda claro ante aquel que debemos dar cuentas».
Testimonio y autenticidad para llegar a los jóvenes
Al ser consultado sobre la ausencia de jóvenes en la mayoría de parroquias, el Arzobispo de Lima dijo que «la manera en que se comunica la palabra es de suma importancia». Por eso, la mejor manera de llegar a los jóvenes es a través del “testimonio y la autenticidad, de tal manera que se hace válida la palabra si es que se corrobora con la conducta.”
Nos hemos habituado a un cristianismo sin pensamiento. El catolicismo y el cristianismo son grandes alabanzas al saber, a la reflexión.
“Yo siempre trato de explicarle a los jóvenes, dialogar con ellos en forma tranquila. Yo no soy partidario de hacerles una especie de espectáculo altisonante, donde los hacemos remecer y luego sometemos a la gente, eso es muy peligroso porque es una de las peores formas de dominio que existen: dominar a través del sentimiento religioso”, agregó.
“La rebeldía del joven se convierte en difícil cuando tú le quieres imponer algo a los jóvenes, pero no es difícil cuando partiendo de lo razonable de algunos aspectos juveniles de rebeldía, puedes producir un diálogo que permita entender el sentido de su rebeldía, para que no sean rebeldes sin causa.”