Arzobispo de Lima: Mensaje de Nochebuena (2020)

Queridos hermanos y hermanas, esta noche es una noche de alegría, vamos a celebrar la Navidad.

En esta Navidad agarremos todas nuestras historias, nuestras vidas, miremos con profundidad todo lo que hemos vivido, y veamos cómo el Señor está escondido entre nosotros. La única manera de que Él pueda revelarse es que, habiendo nacido en medio de la sencillez y la pequeñez, pueda crecer poco a poco y anunciarse.

Él ha querido morar en nosotros para que lo difundamos, para que seamos sus misioneros. Este Dios es amor y es justicia para toda la humanidad. Y por eso, también estemos dispuestos a renunciar a todas nuestras irregularidades, a nuestros problemas, nuestras mezquindades, a todos los maltratos y a todas las pretensiones de grandeza, de poder, que todavía pululan en nuestro país. Y tengamos la capacidad de ver que todos, incluso los más poderosos, los más duros de corazón, el Señor que es el Dios de las cosas imposibles, pueda transformarnos en seres humanos capaces de amar, de abrir el corazón, de rectificar sus errores, como lo hemos visto gratamente en la historia de este año.

Escuchemos también la voz del Señor en todos aquellos que nos dicen algo interesante, como por ejemplo, nuestros jóvenes, que tomaron el primer puesto para defender nuestra dignidad nacional y nuestra democracia. Y tratemos juntos de construir con seriedad, con verdad y con claridad, una Patria en donde nuestros errores puedan ser superados por medio de la reconsideración y la construcción de algo interesante y nuevo.

Hermanos y hermanas, coincide esta Navidad con el inicio del año 2021, en donde cumplimos 200 años de Patria peruana, de Nación peruana, de independencia peruana, y para que seamos realmente libres y serlo siempre, es preciso, por lo menos entre los cristianos, ser profundamente creyentes, preocupados por los deseos, las necesidades, los dolores y las esperanzas de nuestro pueblo.

Dios bendiga al Perú, Dios bendiga nuestra ciudad de Lima, para que la pongamos al servicio de todos y de todas. Y la bendición en esta noche, los llene de júbilo y alegría, especialmente a las familias que tanto están implorando el mantenerse unidas y llenas de esperanzas.

La bendición a toda nuestra ciudad y a todo nuestro país: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Feliz Navidad para todos y todas las peruanas y peruanos.