Cuaresma: Tiempo de conversión para rehacer la vida de nuestro país

En la homilía de este I Domingo de Cuaresma, los dos nuevos obispos auxiliares de Lima, Monseñor Cornejo y Monseñor Salaverry, hicieron un llamado a vivir un tiempo de conversión y perdón para rehacer la vida de nuestro país y de nuestra Iglesia.

Monseñor Salaverry: el Espíritu del Señor nos conduce incluso en medio de la dificultad.

Monseñor Juan José Salaverry inició la homilía recordando que la Cuaresma es un tiempo fuerte de preparación para nuestra vida: «esta Cuaresma es muy especial porque, en lugar de tener solamente el sentido penitencial y cultural, también es un tiempo rico para fortalecernos en la fe, para beber de la fuente de la esperanza y que nosotros sepamos prodigar en la caridad, tres virtudes que el Papa Francisco ha señalado en su Carta sobre la Cuaresma«, precisó.

Comentando el Evangelio de Marcos (1, 12-15), Salaverry explicó que, en estos tiempos de sufrimiento y abandono, necesitamos dejarnos llevar por el mismo Espíritu que impulsó a Jesús a retirarse cuarenta días en el desierto: «ese Espíritu mueve nuestra fe y nos conduce, incluso a la dificultad, al diluvio y al desierto, para poder fortalecer nuestra vida y nuestra experiencia de Dios», resaltó.

Aún en la experiencia del desierto, que representa a un lugar de sequedad e infecundidad, se encuentra la voluntad de Dios de rehacer y regenerar la humanidad, reflexionó el obispo auxiliar de Lima:

Necesitamos volver a la experiencia del desierto para crecer en la fe, para crecer en esa experiencia de Dios que nos ayuda a fortalecer nuestra vida y nos ayuda a decir no a las tentaciones.

Monseñor Juan José exhortó a que no perdamos el horizonte y seamos fuertes ante la tentación: «si en algún momento caemos, pidamos perdón y levantémonos para rehacer nuestra vida frente a esas caídas, abiertos a la misericordia de Dios que quiere ‘llevarnos al desierto’ para poder acercarnos al misterio de la vida que es el misterio del amor de Dios», reflexionó.

Monseñor Cornejo: Saber levantarnos de la tentación y pedir perdón.

Por su parte, Monseñor Guillermo Cornejo indicó que, a través del Evangelio de hoy, Jesús nos invita a vivir un proceso de conversión y a saber vivir con la tentación: «qué cercano nos viene el tema de la tentación en estos momentos, porque Jesucristo siendo Dios, recibió la tentación – prosiguió el obispo – renunciar a la tentación se nos hace muy difícil, pero también debemos tener la fortaleza para saber levantarnos de la tentación y pedir perdón».

Cornejo explicó que una forma de superar la tentación es aprendiendo a compartir, a ‘orar en el desierto’ como lo hizo Jesús: «es tiempo de conversión, es tiempo de cambiar, es tiempo de mejorar nuestra Iglesia, es tiempo de mejorar nuestra sociedad, es tiempo de mejorar nuestra patria, nuestro Perú», señaló.

Si no hemos superado la tentación, acerquémonos a todo el pueblo y seamos sinceros. Pidamos perdón con toda honestidad, ésa es la forma de cómo podemos vivir el Reino.

En otro momento, el obispo auxiliar dijo que la Pandemia nos ha interpelado profundamente, experimentando como Iglesia y como país una conversión total y permanente, una conversión personal, social y pastoral: «este es el momento de pedir perdón por nuestros errores y comenzar una nueva vida en el nombre del Señor», agregó.