Cada 08 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer, fecha especial para recordar la presencia vivificadora de toda mujer, sin distinción de edad, color de piel o nacionalidad, y que siguiendo el ejemplo de María, se levanta y sale de prisa a servir al hermano para construir una sociedad y una Iglesia más humana.
En ese sentido, su Santidad, el Papa Francisco, a lo largo de su Pontificado, ha recalcado constantemente el gran valor y aporte de las mujeres dentro de la Iglesia. En diez años, como el sucesor de San Pedro, ha nombrado el mayor número de mujeres trabajando en el Vaticano. “Las mujeres tienen la capacidad de tener juntos tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos”, ha expresado recientemente.
Nuestra Iglesia de Lima, en comunión con este espíritu renovador de la Iglesia, reconoce la importante labor de las mujeres peruanas, en especial, de aquellas que trabajan y lideran las diferentes áreas de nuestra Arquidiócesis de Lima. Por eso, compartimos la experiencia y el testimonio de mujeres líderes que se desempeñan en diferentes comisiones de nuestra jurisdicción eclesial.
Kelly Montoya: La presencia de la mujer en la Iglesia es fundamental. ¡No dejen de estudiar!
Kelly Montoya, directora del Archivo Arzobispal de Lima, ha expresado la necesidad de acortar la «brecha desigual entre varones y mujeres» para puestos de dirección dentro de la Iglesia. «El liderazgo de la mujer es fundamental porque fortalece la Iglesia, no solo en su organización, también en su conducción y animación dentro de los diferentes grupos o comunidades parroquiales”, indicó.
En una sociedad todavía machista y desigual, donde las brechas educativas siguen siendo grandes entre varones y mujeres, recomiendo a las mujeres no dejar de estudiar, porque su educación se puede convertir en su mejor herramienta para salir adelante”.
Montoya confía que, con el paso de los años, se continuará brindando mayores espacios y oportunidades a profesionales mujeres dentro de los diferentes ámbitos de la Iglesia, sobre todo, en las áreas de cultura, arte y patrimonio religioso.
Sylvia Cáceres: Tejer redes de solidaridad y hermanamiento.
Sylvia Cáceres es Secretaria General de la Vicaría de la Pastoral Social y Dignidad Humana – Cáritas Lima. Para ella, el Día Internacional de la Mujer es, por una parte, «una oportunidad para mirar el pasado y sentir el dolor por la postergación y violencia que sufrieron muchas mujeres»; por otra parte, una oportunidad «para sentirnos orgullosos de mujeres que forjaron el camino del reconocimiento y respeto a la dignidad de todas nosotras».
Tras su llegada a Cáritas Lima, Cáceres ha podido evidenciar el arduo trabajo de las madres de las ollas comunes de nuestra ciudad para alimentar dignamente a sus familias: «Ellas, ya sean lideresas de ollas comunes o agentes pastorales, «tejen» redes de solidaridad y hermanamiento, haciendo que el Reino de Dios esté más cerca cada vez que se comparte el pan con los más pobres”, manifestó.
En los últimos años, se han abierto mayores espacios para la participación de la mujer en todos los campos: científico, político, artístico, en las fuerzas del orden y eclesial.
La secretaria general de Cáritas Lima, en el Día de la Mujer, espera que en la Iglesia se puedan seguir generando «oportunidades para las mujeres que les permita crecer en la fe y ser partícipes del anuncio del mensaje de caridad y amor de Dios, para caminar juntas y celebrar el don de la vida, sin discriminación y sin violencia».
Nora Escalante: Sigamos trabajando por una Iglesia en salida.
“Es innegable cómo, con el transcurrir de los años, las mujeres somos protagonistas en diferentes espacios de nuestras comunidades, ciudades y países. Y este liderazgo lo podemos apreciar en las madres de nuestras ollas comunes o en nuestra propia Arquidiócesis, por ejemplo, con la primera Canciller mujer en la historia de la Iglesia peruana, la hermana María Elena Camones”, con estas palabras, Nora Escalante, directora de operaciones del Arzobispado de Lima, resalta el aporte de las mujeres en la sociedad y en la Iglesia.
Sigamos descubriendo las diversas facetas en las que nos podemos desarrollar, siendo decididas y participando activamente; sigamos trabajando con mucha fe por nuestra Iglesia en salida, sobre todo, en favor de los más vulnerables.
Escalante ha sido testigo de los cambios positivos que se han suscitado en los últimos años en nuestra Iglesia de Lima. Ello representa un camino de esperanza y sinodalidad para «abrir más espacios donde las mujeres continúen promoviendo sus talentos, a pesar de los retos u obstáculos», pero, sobre todo, «confiando siempre en nuestro Señor».
Miriam Alarcón: 40 años evangelizando con el testimonio de su vida.
En tanto, Miriam Alarcón, secretaria de la Comisión de Evangelización y Catequesis de nuestra Arquidiócesis de Lima, ha querido hacer hincapié en «el valor de la mujer en todo nivel», no solo como madres, esposas o hijas, también como líderes, representantes sociales y trabajadoras.
“Estoy por cumplir 40 años trabajando en el Arzobispado y he tenido la dicha de conocer y trabajar con diferentes obispos. Veo el camino de todos estos años y puedo decir que he adquirido una gran riqueza y experiencia en el posicionamiento de la mujer como eje central en la vida de la Iglesia”, reflexionó.
Quisiera que las mujeres sigamos teniendo siempre oportunidades que nos permitan crecer como personas y profesionales
Alarcón hace un llamado final, desde su amplia experiencia como evangelizadora, a que todas las mujeres «sean siempre auténticas, valorando lo que hacemos en el puesto que nos toca desempeñar, y agradeciendo el don de la vida que el Señor nos concede para continuar cada día con alegría, dedicación y amor».