Día del Maestro: Recuperar el sentido de la fraternidad mediante la educación

Escribe: Jessica Laurente

El Día del Maestro en nuestro país se celebra cada 6 de julio, fecha dedicada a honrar la importante labor y el servicio de miles de docentes que, a pesar de los múltiples desafíos que enfrentan a diario, se esfuerzan por reducir la brecha educativa y formar a nuestros niños, niñas y adolescentes.

Al respecto, Su Santidad, el Papa Francisco señaló que los educadores son “testigos que entregan sus convicciones y compromiso con la vida de la juventud”. Además, destacó la necesidad de incluir la fraternidad como contenido de enseñanza. “Quiero proponer a los educadores que añadan un nuevo contenido en la enseñanza: la fraternidad. La educación es un acto de amor que ilumina el camino para que recuperemos el sentido de la fraternidad, para que no ignoremos a los más vulnerables”.

De esta manera, nuestra Iglesia de Lima rinde homenaje a todos nuestros maestros y maestros peruanos, especialmente a aquellos que forman parte de la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC) Lima y la Oficina de Educación Católica (ODEC) Lima.

María Espinoza: “Los docentes dejan huella en la vida de sus estudiantes”

María Espinoza Cáceres, subdirectora pedagógica del colegio parroquial San Juan María Vianney en el distrito de Magdalena y miembro de la AIEC Lima, comentó que su vocación surgió desde muy joven: “Mi inspiración inició desde niña cuando acompañaba a mi padre en sus actividades, compartiendo lo poco que sabía con los demás, desde enseñar reglas básicas del ajedrez, colaborando con sus amistades o dando algunas guías en razonamiento matemático”.

De este modo, la subdirectora del colegio San Juan María Vianney continuó su trayectoria como educadora, cultivando su creatividad para perfeccionar su vocación de servicio en busca de la excelencia y la mejora continua. Para ello, se especializó en temas relacionados con la Inteligencia Artificial.

Los beneficios de la Inteligencia Artificial para un docente son múltiples, porque nos permiten obtener información básica de tareas, filtrar información para un mayor análisis de la calidad de esta, y comprender y ser parte del mundo digital en el que viven nuestros estudiantes, simplifica algunas de nuestras tareas, pero no reemplaza nuestra labor educativa”, remarcó Espinoza Cáceres.

En ese sentido, Espinoza Cáceres ha brindado talleres de capacitación a los docentes de su institución sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) en su labor, buscando que los docentes utilicen la IA para crear instrumentos de evaluación de manera más eficiente, promover su pensamiento crítico para permitirles mejorar y juzgar la información generada por esta tecnología.

En esta fecha especial, la subdirectora del colegio San Juan María Vianney destacó que «un docente se caracteriza por su vocación de servicio». Siguiendo el ejemplo de Jesús y María, los docentes cultivan el deseo de ayudar y dejar una huella positiva en la vida de sus estudiantes, contribuyendo a su crecimiento personal e inspirándolos con su ejemplo.

Begoña Bacacorzo: “Comprometerse con la educación inclusiva, y desarrollar habilidades blandas”

Begoña Bacacorzo Díaz, coordinadora de la Oficina de  Educación Católica – ODEC Lima, fue inspirada a seguir la carrera en Educación por la devoción y entusiasmo de sus padres, ambos educadores: “Desde pequeña, admiraba su dedicación, lo que me llevó a interesarme en el mundo de la educación. Al conocer la espiritualidad salesiana y a Don Bosco, definí mi vocación docente y me especialicé en Psicología y Ciencias Religiosas, así como en la intervención con niños y adolescentes con trastorno del espectro autista y trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Bacacorzo Díaz se especializó en este tipo de intervención, comentando que es su “mayor satisfacción” al propiciar que “los niños neurodiversos puedan potenciar sus fortalezas, desarrollar sus habilidades comunicativas, sociales y cognitivas, sintiéndose valorados en su propia individualidad y mejorar su autonomía”.

De esta manera, la profesional en Educación destacó que este trabajo se realiza a través de estrategias orientadas para cada estudiante, las cuales se implementan de acuerdo a sus necesidades específicas, respetando sus tiempos, con metas alcanzables, proporcionándoles estímulos y fomentando su autoestima, procurando actividades lúdicas y utilizando recursos diversos como apoyos visuales, evitando distractores, dándole instrucciones claras y breves y dosificando las tareas o ejercicios que se le brinden.

«Tuve una experiencia muy significativa con Fabián, un niño de 4 años que buscaba terapia de lenguaje. No hablaba, evitaba el contacto visual, hacía rabietas y tenía dificultades para permanecer sentado. Asumí el reto con mucha ilusión y trabajamos juntos durante casi 3 años, junto con su familia y maestra. Fabián empezó a hablar, autorregularse y relacionarse positivamente con otros niños. Luego, aprendió a leer y escribir, mostrando talentos en la música y el baile. Aunque el proceso fue desafiante, los resultados fueron muy gratificantes”, sostuvo Begoña.

En el Día del Maestro, Begoña Bacacorzo subrayó la importancia de “apasionarse por la vocación docente, comprometerse con la educación inclusiva, y desarrollar habilidades blandas” para conectar empáticamente con los estudiantes. También enfatizó que “el maestro es siempre un referente para sus estudiantes”, por ello, la necesidad de un liderazgo motivador que promueva el desarrollo personal y la confianza de los alumnos para que puedan enfrentar los desafíos del mundo.

“El Papa Francisco resalta que educar “es un acto de esperanza en quien tenemos delante, en el horizonte de su vida, de sus posibilidades de cambio y de contribución a la renovación de la sociedad”. Tenemos una gran tarea, se nos ha confiado la parcela más importante de la viña del Señor: los jóvenes, y debemos prepararnos para asumirla con decisión, amor y responsabilidad”, culminó.