El Evangelio interpela nuestra vida viendo la realidad – Juan Bytton

«El objetivo del Evangelio es interpelar nuestra vida para cuestionarnos viendo la realidad y preguntarnos por dónde estamos caminando», comentó durante su entrevista en Diálogo de Fe el padre Juan Bytton, economista formado en la PUCP y biblista por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma.

El padre Bytton inició explicando la metodología del evangelista Lucas para comunicarse a un «público diverso que está en otra dinámica y que no es la del pueblo de Israel». Por eso, Lucas plantea su evangelio resaltando palabras, frases claves y parábolas de Jesús que nos invitan a abordar temas directos como el dinero y los bienes materiales.

¿Pero por qué habla este tema? «Porque es un tema que se está viviendo en ese momento» – responde Bytton. El objetivo del evangelio es «interpelar nuestra vida» para cuestionarnos viendo la realidad y preguntarnos por dónde estamos caminando.

Discernir entre lo indispensable y lo secundario

¿Significa entonces que servir al Señor es dejar al dinero, dejarlo todo? «No, lógicamente» – vuelve a responder. «Midiendo el norte de a quien servimos ¿al Señor o al dinero? Y eso determina los criterios para saber lo que es indispensable y lo que es secundario».

«Cuando uno pone en su corazón el dinero, como su criterio, como su deseo, todos sus criterios se reordenan con ese fin: ganar dinero, acumular, enriquecerme y dejo de lado un criterio mayor que es la otra persona, el prójimo, el bien común», añadió.

Cuando ponemos el dinero como primer criterio nos enreda la vida. Finalmente nos deja solos.

Y al ser consultado por la corrupción enquistada en el aparato público de nuestro país, el padre Bytton señaló que no es casualidad que el índice de corrupción esté vinculado al índice de racismo: «¿Qué significa esto? Que yo me considero superior al otro, y por tanto, su espacio, sus bienes, su ser persona, yo la consumo, yo la poseo, yo la tengo. ¿Cuál es el criterio mayor en esta lógica? Que yo valgo más, que mi vida vale más que la tuya, y por lo tanto, yo me merezco ese dinero que es para todos, me lo quedo yo”.

Concientizar – Discernir – Comprometerse

Cuando no se tiene como norte el bien común y de la sociedad, sino el propio interés, el propio corazón se «vuelve más egoísta, más intimista, se vuelve mas rígido dejando de lado esos matices que te da la diversidad».

¿Qué es lo que marca el límite entre la necesidad y la propia ambición? «Son tres los pasos» – agrega Bytton:

  • Primero: concientizar que existen realidades complejas y existen en el Perú y el mundo.
  • Segundo: discernir teniendo en cuenta esas realidades ¿Qué es lo mejor? ¿Todo para mí y para los míos? ¿Eso me hace realmente feliz?
  • Tercero: comprometerse y hacerlo, no basta solo el discernir, porque si no lo aplico de nada sirve.

«Jesús nos permite ver aquellos valores que trascienden, valores que nos hacen verdaderamente humanos, valores que realmente vale la pena apostar, arriesgar. Jesús da la vida, no por un discurso bonito, Él da la vida por plantear otro proyecto de vida, el proyecto del Padre que implica poner en el centro no el bolsillo sino el corazón», indicó.

«¿Quién te va a decir hoy: No consumas, piensa en el futuro, piensa en los pobres?» – reflexiona el padre Bytton. Es por eso que la actitud de cambio debe salir de «uno mismo, de esa capacidad que tengamos de abrir los ojos y abrir el corazón».