Fue presentada la versión castellana de «El mesías derrotado. El enigma de la muerte de Jesús», obra del sacerdote italiano Severino Dianich, disponible en versión física y digital en el Fondo Editorial PUCP. (adquirir aquí)
El evento, convocado por el Departamento Académico de Teología de la PUCP, el CAPU y el Fondo Editorial PUCP, contó con la presencia de Monseñor Carlos Castillo, la Dra. Véronique Lecaros, el Dr. Antonio Mas, la Lic. Donatella Puliga y el periodista Fernando Carvallo.
«¿Cómo puede considerarse compatible, con el Evangelio de Jesús, un Dios que da el mandamiento del perdón, pero, luego, para perdonar a un mundo, exhibe la muerte de su hijo en la cruz?», este cuestionamiento válido es uno de los puntos de reflexión en la obra de Dianich, según explicó Donatella Puliga, una de las responsables de ultimar la versión en castellano.
«Este libro se presenta como fruto de un pensamiento teológicamente riguroso, bien fundamentado desde el punto de vista exegético, pero, también, comprometido a tener seriamente en cuenta las provocaciones críticas de la mentalidad contemporánea», expresó Puliga.
«¿Cómo es posible esperar la salvación del mal y de la muerte de alguien que fue víctima y terminó tan claramente derrotada?», es otro de los cuestionamientos planteado por Severino Dianich y que interpeló al Dr. Antonio Mas, sacerdote español y panelista invitado. «Esa es la pregunta que a mí me sobrecoge y no deja de ser un enigma. En este libro hay preguntas muy profundas sobre la pasión de Cristo que no he leído nunca en otra publicación. Dianich intenta dar una respuesta honrada y profunda después de una amplia reflexión», acotó.
Mas señaló que pensar en el mesías «derrotado» es situarse desde el lado de las víctimas de nuestra historia, de todos aquellos que han sufrido el maltrato y el abuso de poder, de las voces silenciadas y las vidas perdidas injustamente. «Este libro nos ayudará a comprender la solidaridad de Cristo con todas las víctimas y su solidaridad última en la Cruz por amor», manifestó.
Para llegar a esta primera conclusión, la Dra. Véronique Lecaros explicó que Severino Dianich retoma al Jesús histórico, hijo de María, que había gozado de cierta popularidad levantando muchas esperanzas en el pueblo empobrecido, pero que, finalmente, «fracasa» y es «derrotado».
La búsqueda auténtica del sentido de la muerte de Jesús que hace Severino es un camino que todos deberíamos recorrer, sostuvo Lecaros. Esto permitirá que podamos entender el sentido de la donación total y superar un «catolicismo simplificado» que centra su atención en el sufrimiento y el sacrificio como única vía para alcanzar la salvación.
Por su parte, Monseñor Carlos Castillo, quien aportó con la traducción y el prólogo del libro, explicó que Severino Dianich ha intentado examinar todas las preguntas en torno a la causa de la muerte de Jesús. Y en el propósito de resolver este enigma, ha descubierto que el acto más significativo es la voluntad de Dios de amar hasta el extremo, poniendo la «derrota» como fuente inagotable de esperanza para el ser humano, no porque sea el único camino, sino porque es la consecuencia de amar gratuitamente.
«El mesías derrotado» nos habla del misterio de la muerte de Jesús como «mesías» y como «derrotado» que no se baja de la cruz, porque quiere mostrar que Dios es amor y solo amor. Y, por tanto, es el testigo del Dios en el que no hay venganza ni violencia.
Sobre Severino Dianich
Severino Dianich es uno de los más grandes y conocidos teólogos italianos de los siglos XX y XXI. Su obra, especializada en eclesiología, es vastísima, ya que alcanza alrededor de treinta volúmenes y una ingente cantidad de artículos de revistas sobre puntos diferentes de la temática que más ama: la Iglesia incursionando incluso en aspectos más sutiles como la arquitectura y el arte de los edificios de la comunidad creyente.
Dianich ha sido presidente de la Asociación Teológica Italiana (ATI), y a sus casi noventa años se mantiene lúcido y atento al seguimiento de la perspectiva sinodal, retomada por el papa Francisco de la fecunda fuente del Concilio Vaticano II. Son más de diez años de haber abierto el camino a una Iglesia «en salida» hacia las periferias existenciales.