En una nueva edición del programa Diálogo de Fe, Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, reflexionó acerca del Evangelio de este Domingo Fiesta de la Presentación del Señor: «Jesús nos muestra que el fundamento de toda realeza, en el fondo, tiene que ser el amor y la justicia, por eso es presentado como la luz de las naciones que ilumina en medio de la oscuridad, porque representa una luz en el corazón de las contradicciones y problemas» – resaltó.
Refiriéndose al Evangelio de Lucas (2,22-40), Monseñor Castillo recordó ante todo las palabras de la profecía de Simeón, que el texto presenta como un hombre sencillo, justo y piadoso. Y explicó que Simeón describe a Jesús como el niño que será luz de las naciones, no solamente para Israel sino para todos los pueblos: «es un niño que va a hacer signo de contradicción y le anuncia a María que una espada atravesará su alma, es decir, este signo de contradicción hará que María sea una madre que tendrá que acompañar en el sufrimiento a su hijo y, a través de esa manera de servicio, de entrega generosa, salvará a su pueblo» – comentó.
Por eso es que Simeón dice “Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel» – porque representa una luz en el corazón de las contradicciones y problemas.
Jesús nos muestra que el fundamento de toda realeza, en el fondo, tiene que ser el amor y la justicia.
«En el fondo, la misión de Jesús, directamente no es política pero si es propositiva de las condiciones para que haya una situación política nueva – prosiguió el Arzobispo de Lima – y aunque Jesús es proclamado en el Nuevo Testamento como rey, no se refiere a un rey político, sino al reino del amor y la justicia que son suscitadoras de formas políticas adecuadas distintas a la tiranía».
Abrirnos a la novedad de la diversidad y la realidad
En otro momento, el obispo de Lima se refirió a los resultados de las recientes Elecciones Parlamentarias: «tenemos que abrirnos a la novedad de un país más realista y complejo pero con una diversidad muy grande. Tenemos que escuchar al pueblo que está clamando detrás, porque el fundamento mismo de la política es el bien común, el mismo bien común con el que Jesús se identifica y muere para superar las injusticias y los males que nos acechan».
La presencia de Jesús en el mundo no viene a sustituir a los políticos, sino a suscitar con su testimonio una manera de vivir que debe repercutir en una nueva forma de hacer política.
Todo ser humano tiene la raíz de la gratuidad
Monseñor Castillo también habló sobre el nuevo ciclo de catequesis que el Papa Francisco ha presentado: las Bienaventuranzas – «se trata de la condición generosa y gratuita con que Dios nos ama y nos llama «Bienaventurados» – es decir, benditos y felices» – destacó.
A través de las Bienaventuranzas se cumple la promesa de Dios a Abraham – ‘Sé tú una bendición, bendeciré a todo el que te bendiga, maldeciré a todo el que te maldiga, en ti se bendecirán a todos los pueblos’ – «es la realización de una promesa, que Dios viene para bendecir a las personas, no para maldecirlas, explicó el Arzobispo de Lima, bendecir significa alentar en la gracia que Él nos ha creado como sus hijos y nos ama».
Todas las personas que entran en la dinámica del amor de Dios y de la justicia son especialmente bienaventurados, pero inclusive lo son aquellos pobres de espíritu
Y es que a pesar de las situaciones duras que nos toca vivir, la esencia del ser humano es ser hijo de Dios, en otras palabras, todo ser humano tiene la raíz de la gratuidad: «ser bendito es también un halago porque es una palabra de aliento que propicia en la humanidad la capacidad de volver a la fuente de su ser, inclusive si está errado» – acotó.
La alegría desbordante en medio de las dificultades
Finalmente, Monseñor Castillo se refirió a la Festividad de la Virgen Candelaria que se manifiesta gozosamente en Puno y el resto del país: «es interesante que todo el pueblo de Puno, en medio de las dificultades, tiene una alegría desbordante porque se deja iluminar por Jesús» – subrayó.
«La candela es el fuego que ilumina en medio de la oscuridad – reiteró el Primado del Perú en alusión a la Virgen de la Calendaria – la virgen es tomada como la fuente que dio origen a la luz, la candela de la Virgen que es luz, que es Jesús, que iluminó e ilumina con su entrega. María nos dio a Jesús para iluminar al mundo».
«Que en este Día de la Candelaria, el don gratuito del amor del Señor nos permita a todos ser felices y crecer en bendición en medio de las situaciones adversas que vivimos, y así, tener aliento para restañar heridas, enjugar lágrimas, quebrar las injusticias y encontrar nuevos caminos de esperanza», finalizó.