Las Parroquias de Lima siguen organizándose para ayudar a miles de familias en situación de vulnerabilidad, gracias a la organización de las comunidades de laicos que llegan a los barrios más recónditos donde las condiciones de vida son precarias. Hoy compartimos los testimonios de servicio de la Parroquia San Lucas, en Pueblo Libre; y la Parroquia La Sagrada Familia, en La Victoria.
Parroquia San Lucas: colaboración de comunidades para ayudar a más de mil familias
La Parroquia San Lucas, situada en Pueblo Libre, ha recurrido a la colaboración de sus feligreses para recaudar alimentos y víveres que beneficiaron a más de mil familias: «aquí en la comunidad hemos atendido unas áreas donde hay personas más vulnerables, así como en los lugares bastante golpeados de los conos de San Juan de Lurigancho, Naranjal, Collique, Chaclacayo y Tacna», cuenta el Párroco Carlos Rodríguez Mayorga.
Después de esta primera experiencia, el siguiente objetivo de la Parroquia es preparar 300 bolsas de víveres para llevar a familias de inmigrantes y otras zonas vecinas.
La presencia de la Iglesia no se expresa a través de una sola persona porque la Iglesia somos todos actuando, desde los sacerdotes jóvenes atendiendo a los enfermos, hasta las hermanas religiosas y comunidades de laicos que llevan los víveres, todo una gama amplia de acción que muestra la fe a través de las obras
«La Iglesia se manifiesta en estas acciones concretas de solidaridad, haciéndose cercana con aquellas personas más necesitadas para compartir lo que tenemos y darles una palabra de aliento – resalta Carlos Rodríguez – las obras son el fruto de una vida interior que no solamente se queda en actos de piedad, sino que designa actos concretos de poner por obra esa fe».
Parroquia La Sagrada Familia: solidaridad en los cerros San Cosme
Ubicada en el cerro San Cosme, la Parroquia La Sagrada Familia ha canalizado la ayuda de la Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima para brindar ayuda a más de 150 familias necesitadas: «aquí en el cerro San Cosme hay mucha necesidad, y todas las donaciones que nos llegan contienen víveres, vitaminas y son repartidas inmediatamente» – explica el Párroco Alex Loayza Espinoza.
La presencia de la Iglesia se hace grande y cercana cuando mira la realidad, llevando un mensaje de esperanza y ánimo en medio del dolor por la pérdida de un familiar o la falta de trabajo. A través de la ayuda que compartimos, nuestra fe se fortalece y nos motiva a seguir sirviendo
Para la entrega de víveres la Parroquia se comunica con un representante por familia, agrupando por día a 30 personas que se acercan a recoger las bolsas de víveres manteniendo el distanciamiento: «La Victoria es la zona más crítica de contagio y no queremos exponer a las familias que ayudamos, por ello, la repartición diaria se ejecuta con la organización de los laicos que participan en la Parroquia. Las comunidades se encargaron de implementar un espacio para la entrega de víveres, desinfectando todo el lugar con lejía y controlando el ingreso de las personas con mascarillas y alcohol gel» – añadió Alex Loayza.