Juan Bytton Arellano S.J. nos adentra en las lecturas de este tercer domingo de Adviento. Juan Bautista es el mensajero, el que anuncia al que ha de llegar. Y ante las preguntas de sus contemporáneos declara que él no es el Cristo, ni el profeta, ni Elías. Juan es el que se hace pequeño, porque no se anuncia a sí mismo, sino a Jesús.
La Iglesia, este domingo nos invita a celebrar la alegría de la pronta venida de Jesús. Esto puede sonar irónico, pues vivimos un tiempo donde la pandemia muestra su capacidad de dar muerte y sin embargo la propuesta es alegrarnos. Esto sólo es comprensible si vivimos una fe madura, capaz de desentrañar los designios de Dios en medio de las confusiones de la vida.
Juan Bautista a quienes le preguntan sobre su identidad, porque están confundidos, les responde con claridad absoluta: él no es el Cristo que ha de venir, ni es el profeta, ni es Elías.
Adentrémonos en la Palabra de Dios que la liturgia nos ofrece en este tercer domingo de Adviento, y como Juan, descubramos que haciéndonos pequeños, colaboramos en la construcción del Reino de Dios en esta tierra.