Jesús está actuante en medio de nosotros – VI domingo de Pascua

«Las lecturas de este domingo nos orientan a la celebración de una nueva presencia del Señor. Sabemos que Jesús es el camino, y es un camino seguro, pero este camino implicará acoger esta Palabra que es él, y vivirla», comentó Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar Electo de Lima, durante la homilía de este VI domingo de Pascua.

Monseñor Elías señaló que llegar al Padre es «un asunto de vida práctica, no de teoría, es un estilo de vida que hoy nos invita a acoger».

Se trata de una adhesión y amor a la persona de Jesús, y eso es lo que todos estos días de pascua, la comunidad cristiana nos ha recordado. Jesús está en medio de nosotros actuante, operante, y hay que adherirnos a él.

La Iglesia necesita un avivamiento

Jesús era el camino y siempre lo será, pero los primeros cristianos no estuvieron exentos que este camino estuviera «lleno de dificultades y tensiones incluso profundas, pero vemos cómo se busca resolver sus diferencias, y lo hacen en un clima de fraternidad y respeto».

«¿Cómo los cristianos procesamos y resolvemos los conflictos dentro o fuera de las comunidades cristianas?» – pregunta Monseñor Elías – «Invocando al espíritu enviado por el Padre. Sus palabras, sus obras volverán a resonar como un avivamiento, y eso es lo que requiere la Iglesia hoy, un avivamiento, hacer que el eco de esas palabras transformen la realidad, transformen nuestras vidas».

“Mi paz les dejo, 
mi paz les doy"

«La paz no es esa situación estática de los cementerios, es la plenitud que puede ser alcanzada si nosotros nos dejamos conducir por el espíritu de Dios. Esto solo es posible si estamos llenos de la acción del Espíritu Santo, el espíritu de vida», comentó.

Vivir construyendo la paz

Para vivir construyendo la paz, el ‘Shalom’, debemos entender que la pascua es «suscitar en nuestro interior que superemos los conflictos que son propios de toda comunidad, las diferencias que a veces tenemos en nuestras casas, nuestros trabajo, y nos dejemos conducir por este espíritu que nos llevará a la fraternidad, el respeto, y la paz».

«Que podamos iluminar todo lo que tenemos alrededor, y esta ciudad no solo necesite la luz de la luna y del sol, sino que nosotros convertidos y solo poniendo en práctica estas palabras, podamos demostrar con nuestra propia vida que la pascua pasó por nuestro interior», concluyó.