«La fe no es simplemente la suma de verdades, sino algo más profundo, una relación íntima con ese Cristo que se pasea por nuestras calles para decirnos: “Ánimo, si tuvieras fe como un granito de mostaza podrías cambiar nuestro país”, comentó el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo, en su homilía de este domingo XXVII del Tiempo Ordinario.
El Evangelio de Lucas 17, 5-10 es una oportunidad para entender «cómo es la fe cristiana». En ese sentido, Mons. Castillo explicó que la expresión «auméntanos la fe» muchas veces es pensada desde una perspectiva cuantitativa, como una «especie de sumatoria»:
«Muchas veces se piensa que nuestra fe es poca y que tiene que aumentar en cantidad» – añadió – pero en realidad se trata de una cuestión cualitativa, y el Señor lo expresa muy bien cuando nos dice: ‘Si tuvieran fe como un granito de mostaza dirían a este árbol ¡Arráncate de raíz y plántate en el mar! Y les obedecería’. «¿A qué se refiere el Señor? A que la fe es una relación interpersonal profunda e íntima con Dios».
«A veces pensamos que la fe es obedecer normas o creer verdades establecidas eternamente» – recuerda el obispo de Lima. Estas afirmaciones corresponden a una dimensión de la fe que tiene el «aspecto cognoscitivo». Pero hay algo más importante que es «la relación misma de fidelidad, la relación misma de ser uno con el otro, y de recibir del otro lo que nos quiere decir, creer y confiar en él».
Esperar a que Dios actúe en el momento adecuado
Refiriéndose a la invocación del profeta Habacuc (1,2-3;2,2-4): ‘¿Dónde estás Señor, por qué no actúas?’, el Primado del Perú nos invita a que aprendamos a ser fieles a la voluntad del Padre aún en situaciones de contrariedad:
«Para ser un verdadero cristiano sometemos a nuestro Padre celestial el juicio sobre lo que hemos de hacer, lo que es adecuado y justo para el bien de una situación que se genera siempre en complejidad, en la vida social y humana, en la vida diaria y en la relaciones personales».
La respuesta que recibe Habacuc es «un diálogo íntimo con el Señor» que le dice: ‘la visión espera su momento, se acerca su término y no fallará, tarda y espera porque ha de llegar sin retrasarse, el que no tiene el alma recta sucumbirá, pero el justo por su fidelidad vivirá’:
El creyente es aquel que en el corazón de las situaciones complejas no hace un juicio prematuro sino que espera, y espera a que Dios actúe. Y en el momento adecuado, inspirado por el Espíritu, decide.
«Esas decisiones no son solamente humanas – insistió – son decisiones inspiradas que todo creyente está llamado a hacer para que prime la voluntad del Señor y no el interés propio, la ambición propia y los impulsos propios».
Mes Misionero Extraordinario. Mes del Sínodo Amazónico
En otro momento, Monseñor Castillo se unió a la intención del Papa Francisco por el Mes Misionero Extraordinario, «un mes para anunciar la fe, para anunciar a los pueblos la confianza en un Dios que nos ama y que no nos falla, para adquirir fuerzas e inteligencia, para renovar la confianza en que es posible que los seres humanos nos tratemos mejor y tratemos mejor a la naturaleza».
Lo mismo hizo con el Sínodo para la Amazonía al calificarlo como «un espacio de conversación y de diálogo» para atender «nuestros problemas humanos».
La Iglesia siempre ha alzado la voz cuando toda la humanidad, y especialmente los pobres, son afectados. El Papa ha querido hacer este encuentro para ponernos de acuerdo y discernir con claridad.
«La Amazonía está en grandes problemas en dos sentidos: (1) Las poblaciones que viven allí y que están sometidas al peligro de ser perseguidas y eliminadas para hacer de la Amazonía un gran negocio internacional. (2) El peligro de que toda la humanidad se quede sin pulmón».
Tú puedes ser un milagro para los demás
Por último, el Arzobispo de Lima recordó la alegría y esperanza que genera la salida del Señor de los Milagros por las calles de Lima, una oportunidad de «renovar masivamente la fe de los peruanos para hacer mejor nuestra vida».
El pastor de Lima presentó el lema que acompañará nuestro camino en el mes de octubre: “Peruano, peruana. Limeño, limeña ¡Sé tú un milagro para tu pueblo!» ¿Por qué hemos puesto este lema? Porque a veces pensamos que la fe es pedir milagros al Señor, y si bien eso es parte de la fe, el milagro más importante es que tú seas un milagro para los demás», explicó.
Si todos somos un milagro para el otro, seremos también un milagro para todo el pueblo peruano, y aprenderemos a comprender y a querer, encontrando lo más bonito que tenemos, lo que Dios nos dio, nuestra vocación y nuestra manera de ser.
«Que Dios nos bendiga y nos ayude a ser un milagro para los demás y para nuestro pueblo peruano, Dios los bendiga y los haga creyentes fieles y animados», concluyó.
En el Día del Notario, la celebración eucarística contó con la asistencia del Dr. Mario Romero Valdivieso, Decano del Colegio de Notarios de Lima (CNL); y el Dr. José Marqueño de Llano, presidente de la Unión Internacional del Notariado Latino (UINL).