En este quinto y último día de reflexión, Monseñor Guillermo Elías nos invita a estar preparados para nuestra muerte: «nadie sabe ni el día ni la hora, por eso, vivamos cada día como si fuera el último con amor, como Dios nos pide», expresó.
El Obispo Auxiliar de Lima concluye este ciclo de reflexiones haciendo un llamado a reconciliarnos con Dios para estar listos cuando nos toque partir de este mundo: «vive cada día según la voluntad de Dios, según la vida que nos ha tocado vivir, como padre, madre, sacerdote, religiosa, carpintero, obrero, con las capacidades que Dios nos ha dado para realizarnos», agregó.
Monseñor Elías recordó que debemos vivir lo mejor posible, en base a la misión y el propósito por el que estamos en este mundo, amando incansablemente para que, al trascender, nos «vayamos tranquilos y en paz».
“Una muestra de cariño, un sacrificio, un esfuerzo extra, un perdón, no cuesta darlo, una ayuda al más necesitado. Abre bien los ojos para descubrir lo que realmente Dios quiere de ti”, meditó.
Finalmente, el Obispo habló de la importancia de orar en todo momento a Dios y la Virgen, para que nos den una buena muerte: “Oh Dios, que me has creado a imagen tuya y entregaste a tu Hijo Jesús a la muerte por mí, concédeme la gracia de vivir vigilando en oración, para que pueda salir del pecado de este mundo y descansar con alegría en el regazo de tu amor por toda la eternidad”, fue la oración de Monseñor Guillermo.