Este 18 de mayo, la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) ha dado a conocer un comunicado en el que llaman a todas las personas, organizaciones y naciones del mundo a una acción urgente y unificada para evitar una tragedia humanitaria y ambiental en la Amazonia.
La cuenca amazónica integra a 9 países alrededor de río Amazonas y sus afluentes; tiene 33 millones de habitantes, de los cuales alrededor de 3 millones son miembros de pueblos indígenas originarios, cerca de 400 pueblos distintos y más de 120 pueblos en aislamiento voluntario o contacto inicial.
El comunicado parte de la constatación de que “Una tremenda fuerza, de proporciones nunca vistas, está devastando la Amazonía en dos dimensiones que se combinan de forma brutal: la pandemia de Covid-19 que alcanza a los más vulnerables, y el aumento descontrolado de la violencia sobre los territorios. El dolor y el grito de los pueblos y el de la tierra, se funden en un mismo clamor”.
La Iglesia responde a los llamados de auxilio
El comunicado hace eco de las voces de los indígenas y de las iglesias locales quienes claman por acciones de parte de los Estados que comparten la Amazonia, hacia las comunidades indígenas, que se sienten vulnerables, desprotegidas y necesitadas de respuestas que tomen en cuenta sus realidades y culturas.
La pobreza a la que han estado sometidos desde siempre los indígenas, así como el peligro a que está sometido el territorio con la actividad minera y la destrucción acelerada de los bosques es otro ángulo de la misma realidad. Todos estos elementos enumerados son ángulos desde los que se puede profundizar en la compleja realidad amazónica.
Riesgo de genocidio de los pueblos indígenas
La situación de los pueblos indígenas en Brasil adquiere cada día rasgos más dramáticos: “En Brasil, 32 procuradores del Ministerio Público Federal[1] declaran que «el escenario de riesgo de genocidio entre los pueblos indígenas requiere acciones de emergencia por parte de organismos y entidades públicas». La Movilización Nacional Indígena establece que existe «una intención evidente del gobierno de evitar que el Subsistema Indígena de Atención Médica funcione”[2].
Regreso a las comunidades
La pobreza extrema en que viven muchos pueblos indígenas ha obligado a un número grande de sus miembros a migrar hacia las ciudades en busca de trabajo y de mejores condiciones de vida, pero en las actuales circunstancias se encuentran totalmente desprotegidos. Los obispos de la Amazonía peruana[3] instan a las autoridades a apoyar su regreso a las comunidades y garantizar que esto se lleve a cabo de conformidad con los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud”.
Diversas organizaciones indígenas y eclesiales piden a los gobiernos la asignación de recursos financieros para un Fondo de Emergencia para proteger a los tres millones de habitantes de la selva tropical.
Violencia y saqueo de la Amazonia
A la amenaza del Covid-19 se otra que ya se encuentra instalada en el territorio: “El Frente Parlamentario Mixto por los Derechos de los Pueblos Indígenas en Brasil denuncia: “incluso cuando la pandemia está frenando la economía; la minería y la deforestación ilegal en tierras indígenas de la región siguen en pleno apogeo”[4]. Otro hecho que no se puede pasar por alto son los derrames de petróleo en países como Ecuador y Perú.
En Brasil, “los obispos denuncian en particular los proyectos de ley para la minería en tierras indígenas y las medidas parlamentarias que intentan definir una nueva regularización de la tierra en Brasil, las cuales eliminan la reforma agraria, la regularización de los territorios de los pueblos indígenas y tradicionales, para favorecer el acaparamiento de tierras, la deforestación y a las empresas depredadoras, regularizando ocupaciones ilegales para la minería y el agronegocio en tierras indígenas”.
A estas políticas y prácticas se suma el aumento de la violencia en el campo. “La Comisión Pastoral de la Tierra Pastoral (CPT)[5] afirma que, en 2019, la gran mayoría de los asesinatos debido a conflictos rurales en Brasil (84%) tuvieron lugar en la Amazonía”.
Este es un momento decisivo para la Amazonia
El comunicado hace suyas las palabras del Papa Francisco que nos llama con urgencia a la solidaridad planetaria: “Este no es el momento para la indiferencia (…), el egoísmo (…), la división (…), el olvido. Que la crisis que enfrentamos no nos haga dejar de lado tantas otras situaciones de emergencia que traen consigo el sufrimiento de muchas personas[6]”.
[1] Covid-19: MPF recomienda açciones urgentes de protección a la salud de los pueblos indígenas, disponible en: http://www.mpf.mp.br/df/sala-de-imprensa/noticias-df/covid-19-2013-mpf-recomenda-acoes-emergenciais-de-protecao-a-saude-dos-povos-indigenas.
[2] https://cimi.org.br/2020/04/nota-mobilizacao-nacional-indigena-exige-medidas-urgentes-em-defesa-da-saude-e-da-vida-dos-povos-originarios-do-brasil/
[3] Comunicado de los obispos de los Vicariatos Apostólicos de la Amazonía peruana – A las autoridades y a toda la ciudadanía del Peru, 22 de abril de 2020
[4] Carta abierta del Frente Parlamentario Mixto en defensa de los derechos de los pueblos indígenas al Diretor General de la Organización Mundial de la Salud, 05 de mayo de 2020.
[5] https://www.cptnacional.org.br/publicacoes-2/destaque/5167-conflitos-no-campo-brasil-2019
[6] Mensaje Urbi et Orbi, 12 de abril de 2020