El Padre Juan José Salaverry, OP, habló sobre el trabajo que viene realizando en la Vicaría Episcopal para la Vida Consagrada de la Arquidiócesis de Lima, los proyectos que vendrán a futuro y las expectativas en torno al próximo Sínodo Amazónico.
«Nuestro objetivo es promover, animar, cuidar, apoyar y atender a los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica presentes en la Arquidiócesis, según el carisma propio, como parte una de las fortalezas de la Iglesia de Lima», comentó.
“El Arzobispo de Lima nos indicó a los vicarios episcopales, y a todo el clero de Lima, sus líneas pastorales o criterios de conversión pastoral que orientarán su servicio a la Iglesia – prosiguió – estos lineamientos también deben ser aplicados en la pastoral de los consagrados que vivimos en la Arquidiócesis, desde nuestra opción de vida, con nuestros propios carismas, cuidando la justa autonomía religiosa, pero siempre al servicio de la Iglesia» acotó.
«La vida religiosa nace en la Iglesia, al servicio de la Iglesia y crece y se desarrolla en la Iglesia, la vida consagrada no es un aparte, no es una Iglesia paralela, sino que se entiende desde la misma Iglesia particular y desde la Iglesia universal. Por eso apostamos en el mismo proyecto de la vivencia y del conocimiento del evangelio, estamos al servicio del evangelio», resaltó.
Primer encuentro de la Vida Consagrada
Una de las actividades más destacadas del año fue el encuentro que reunió a más de 700 religiosos y religiosas de los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica, celebrado en el Auditorio del Instituto Superior de Estudios Teológicos Juan XXIII, y que llevó como título “Caminando juntos y construyendo Iglesia”.
Al respecto, Salaverry señaló que «necesitamos unir a la Iglesia y a la vida religiosa porque seguimos un mismo evangelio. Para ello, junto con la Comisión Episcopal de Vida Consagrada y la Conferencia de Religiosos del Perú (CONFER) nos hemos puesto de acuerdo para mantener una comunicación constante y para informarnos mutuamente de las actividades que se están realizando, animándonos y ayudándonos mutuamente en el servicio apostólico”.
Sínodo Panamazónico: presencia misionera
El Sínodo Panamazónico es un “evento muy importante para la vida religiosa en el Perú porque la Amazonía Peruana ha sido confiada, en gran medida, a la labor misionera de religiosos. A inicios del siglo XX, la selva peruana fue dividida en tres bloques: el norte se confió al cuidado pastoral de los frailes agustinos, la zona centro de la selva al cuidado de los franciscanos que desde el gran Convento de Santa Rosa de Ocopa desplegaron una labor misionera ejemplar, y la selva sur, fue constituida en la Prefectura Apostólica de Santo Domingo”, recordó.
“Hoy son muchos los Vicariatos Apostólicos en la selva y la gran mayoría están a cargo de religiosos y cuentan con abnegadas hermanas que misionan con generosidad en la Amazonía. El clero nativo ha crecido, pero la misión evangelizadora ha contado y cuenta con el trabajo misionero de consagrados y consagradas. Este sínodo va a ser muy importante para dar un respaldo teológico y eclesiológico a la labor que se está realizando en estos ámbitos del Perú, como parte del pueblo de Dios».
Próximas actividades del año
Fr. Juan José indicó que durante este año se centrarán en tres tipos de actividades para la vida consagrada: “una actividad espiritual y religiosa que es la misa por el día de la vida consagrada; unas charlas doctrinales sobre el área de formación permanente; y la expo vocacional que se va a titular “Valientes” a realizarse en el mes de octubre.