Misa de clausura en AIEC: La misión profética de anunciar el Evangelio

Monseñor Juan José Salaverry presidió la Misa de clausura del año escolar en compañía de directores, profesores y estudiantes de los diferentes colegios de la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC).

En su homilía, el obispo auxiliar de Lima recordó que todas las personas comprometidas con la educación en el país, especialmente, los maestros, tienen la «labor profética de anunciar el Evangelio» en la vida de nuestro pueblo y ser «constructores de esperanza» para las próximas generaciones.

El cierre de un año escolar representa una oportunidad para evaluar todo el camino recorrido en nuestras instituciones educativas. Bajo esta premisa, Monseñor Salaverry se dirigió a los maestros y directores de la AIEC, quienes se congregaron en la Parroquia Nuestra Señora de Cocharcas para agradecer a Dios por los dones recibidos en este 2023.

«Yo creo que al hacer esta evaluación, necesitamos ver la mano de Dios que, con ternura, nos ha conducido con verdadero amor paterno y nos ha pedido que asumamos con responsabilidad nuestra tarea», expresó el obispo.

El Dios de Israel nos conoce, sabe de nuestra pequeñez y, por eso, nos trata con la misma ternura de un Padre, según nos recuerda el libro de Isaías (41,13-20): «No temas, gusanillo de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio».

Inspirado en la Liturgia de hoy, Monseñor Juan José Salaverry explicó que el Tiempo de Adviento es una ocasión especial para «descubrir la mano tierna de Dios que ha estado conduciendo el caminar de nuestras instituciones». Es un llamado a prepararnos para la llegada del Señor mediante la conversión, como bien lo anuncia Juan el Bautista en el Evangelio de Mateo (11,11-15).

«Nosotros, que tenemos una misión recibida por Dios, necesitamos entrar en un proceso de conversión, de mejorar para voltear el rostro hacia Dios y no darle la espalda. Necesitamos emprender un camino de conversión personal e institucional para ir buscando hacer siempre lo que el Señor nos invita», manifestó.

La labor educativa es constructora de esperanza

El obispo auxiliar de Lima también señaló que la labor educativa de los docentes y directores «es una labor constructora de esperanza», que hace posible que los colegios «sean fermento de esperanza» en nuestra sociedad.

«Al hacer nuestro balance personal e institucional, no dejemos de ver la mano de Dios que nos transmite ternura; no dejemos de comprometernos a mejorar nuestras instituciones con verdadero espíritu de conversión; y no dejemos de ver con esperanza el futuro», reflexionó el Monseñor.

La Misa de clausura del año escolar de la AIC contó con la presencia del Presidente Ejecutivo de AIEC, Ever Loja. También participaron delegaciones de alumnos, profesores y directores de los colegios:

Santísimo Nombre de Jesús, Santiago Apóstol, Santa Rosa de Lima, San Norberto, San Juan María Vianney, Reina de las Américas, San Ricardo, San Francisco Javier, San Ignacio de Loyola, Nuestra Señora de Cocharcas, Virgen del Rosario y Nuestra Señora de Montserrat.