Mons. Elías: "Vivir una real y profunda Cuaresma en comunidad"

Al llegar el Primer Domingo de Cuaresma, Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima, presidió la Celebración Eucarística, invitando a todos los presentes a “vivir una real y profunda Cuaresma en comunidad, para llegar a la Pascua”.

En ese sentido, al inicio de su Homilía, nuestro obispo auxiliar de Lima remarcó que el tiempo que vivimos, tiempo de Cuaresma, son cuarenta días de preparación para los grandes misterios cristianos: la muerte y la resurrección de Jesús.

Por otro lado, comentando el Evangelio de Mateo (4,1-11), monseñor Elías se refirió a las 3 tentaciones que Jesús vivió en el desierto: “Lo primero que me llama la atención es la firmeza de Jesús ante la tentación corroborada, con el compromiso del bautismo recibido y abre pistas a su propia tarea. Jesús responde, apoyándose en el Deuteronomio, a la voluntad del Padre que, para Él y para todo creyente, debería ser el eje conductual de su propia vida, la voluntad del Padre y la experiencia con su Padre”.

Por otro lado, Guillermo Elías señaló que la primera tentación que padeció Jesús es un claro ejemplo de rechazo a los propios intereses en favor del servicio a los demás: “Ser cristiano, ser católico, ser seguidor del Señor no es un privilegio que nos sitúa por encima, sino un servicio que tenemos que realizarlo como profesional, como estar a cargo de una familia, como un oficio, como una tarea que yo realizo para servir a la vida. Y así lo mostrará Jesús cuando comparte el pan con la multitud, es el Hijo del Padre, es servidor de la vida”.

En la segunda tentación, nuestro Obispo Auxiliar expresó que Jesús se niega rotundamente a tentar a Dios Padre y no alardeaba con los milagros que realizaba: “Jesús jamás realiza un milagro para impresionar a las personas. Sus curaciones son signos de vida, no alardeó con el poder, su vida fue una forma de vida contra toda muerte, especialmente, la del pecado, presente en la humanidad de hoy», expresó.

Finalmente, en la tercera tentación, la tentación del poder, monseñor Guillermo refirió que es uno de los males que más nos amenaza y corroe constantemente: “A veces, esa perversión nos amenaza continuamente de creer que debemos y podemos dominar a quien tenemos al lado o debajo de nosotros, o por nuestras capacidades y conocimientos, o por la posición en la que estamos. A Jesús le ofrecen todos los reinos de este mundo, sin embargo, frente a esto, Él nos recuerda hoy que solo a Dios hay que servir y a su proyecto de vida”.

“Eso fue el proyecto de la vida de Jesús, pero ¿qué hay de tus tentaciones?, ¿qué hay de aquellas tentaciones que a diarios experimentas?, ¿cómo las estás manejando? Todos queremos ser felices y, delante de nuestros ojos, a diario, aparecen estos 2 caminos para ser felices, el que nos ofrece el criterio de Jesús y el que nos ofrece el criterio del mundo”, remarcó nuestro obispo auxiliar de Lima.

Al término de su reflexión dominical, nuestro obispo auxiliar expresó que este tiempo es especial para regresar libre y voluntariamente a Dios, reflexionando sobre lo que suscita en nuestras vidas.