La Iglesia de Lima recuerda el Día de la Familia con un saludo especial de Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar: «En esta Pandemia hemos aprendido que éramos felices sin saberlo, que podíamos abrazarnos, expresarnos el cariño, compartir en casa los alimentos, las risas, las alegrías y las tristezas, y ahora no lo podemos hacer», expresó.
En un mensaje dirigido a la Iglesia de Lima, Monseñor Elías recordó que la familia es una experiencia que gratifica, porque ayuda al ser humano a crecer, a desarrollar todo el proyecto para el que vino a la vida: «es en la familia donde el ser humano aprende casi todo. La familia lo marca para bien pero también, lamentablemente, para mal», indicó el Obispo Auxiliar.
Encontrar un aprendizaje en medio del sufrimiento.
Durante su mensaje, Monseñor Guillermo señaló que, en medio del sufrimiento, el hambre y la necesidad que sufren muchas familias, esta Pandemia nos deja muchos aprendizajes:
Hemos aprendido que éramos felices sin saberlo, que podíamos abrazarnos, expresarnos el cariño, compartir en casa los alimentos, las risas, las alegrías y las tristezas, y ahora no lo podemos hacer.
«Pero también vemos la enorme cantidad de familias que vienen siendo solidarias y rezan en familia, manifestó Monseñor Elías, familias que han hecho obra social, que ahora comparten la Eucaristía de manera diferente, que comparten la Palabra. Por eso, la familia siempre será un lugar vital para ti, para mi, para todo ser humano».
Como reflexión final, el Obispo reiteró que este tiempo de desolación e incertidumbre, puede ser también un tiempo de esperanza y gracia: “En nombre de nuestro Arzobispo, Monseñor Carlos, quiero brindar un saludo a todas las familias. Que no haya ninguna familia en el que la experiencia de edificarse, que la experiencia de un Dios que los acompaña, las deje realmente desprovistas de los vital. Feliz día a todas las familias en un tiempo difícil, fuerte y duro, pero también en un tiempo de esperanza y de gracia”.