Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, participó en una nueva edición del programa Diálogo de Fe para reflexionar sobre el Evangelio de este VI Domingo del Tiempo Ordinario y la reciente Exhortación post-sinodal del Papa Francisco: «Querida Amazonía». También estuvo presente, en calidad de invitado, Monseñor Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia y obispo emérito de la Diócesis de Terni-Narni-Amelia en Italia: «El Obispo, como cada uno de los cristianos, no debe vivir para sí mismo sino para los demás» – dijo durante la entrevista.
El amor es más fuerte que la muerte
A propósito del Día del Amor y la Amistad, resulta que Monseñor Paglia es heredero del primer Obispo de Terni, San Valetín, a quien recordamos también cada 14 de febrero: «fue un obispo bueno que amaba a todos, a los jóvenes, a los ancianos, y sobre todo, a los enfermos, con una amistad que conmovió mucho» – comentó.
Al ser consultado por qué San Valentín es considerado el patrón de todos los enamorados, Monseñor Paglia explicó:
«En Roma se narra esta pequeña historia sobre los novios: en Terni había un joven que se llamaba Sabino, un militar romano que se enamoró de una Joven de Terni, Serapia, que fue cristiana. Ellos querían casarse, pero tenían muchos problemas, por eso Valentín se acercó a ellos, los ayudó, resolviendo muchos problemas y, al final, cuando la muchacha cayó enferma y estaba muriendo, Sabino quería casarse. Valentín bendijo este casamiento subrayando que el amor es más fuerte que la muerte. Por eso, San Valentín es el protector de todos los que conciben el amor como una realidad fuerte, más fuerte que la muerte» – agregó.
Celebrar a un santo del amor es algo muy lindo, especialmente en un mundo habituado al mercantilismo, al egoísmo y la indiferencia; porque el amor tiene una fuerza que nos ayuda a vivir de una manera más solidaria, más hermana entre todos.
Monseñor Vincenzo Paglia
El amor es el sentido profundo de la Ley
Al ser consultado por el Evangelio de Mateo (5,17-37) de este domingo que recuerda las palabras de Jesús: «No he venido a abolir la Ley sino a dar plenitud», Monseñor Castillo explicó que «hacer plena la Ley» es entender que el principal motivo detrás de una ley es que el pueblo aprenda a actuar con libertad:
«Jesús nos dice que viene a cumplir el sentido profundo de la Ley que es el amor, y por eso pone hincapié en los detalles, porque los detalles nos llevan al sentido profundo. No se trata de hacer las cosas literalmente, sino de ir a lo profundo, es decir, hacer las cosas con radicalidad» – precisó.
La Amazonía es un conjunto de relaciones humanas
En otro momento, Monseñor Paglia habló de la reciente Exhortación post-sinodal «Querida Amazonía» que publicó el Papa Francisco: «con esta Exhortación el Santo Padre quiere que toda la Iglesia reflexione sobre esta área del mundo, que es un área que interesa a todo el planeta. Francisco subrayó una visión, la visión de un mundo que es una Casa Común para todos, una casa para toda la familia humana, por eso la Amazonía no sólo es una parte de América Latina, la Amazonía es una parte de toda la humanidad» – resaltó el obispo emérito de la Diócesis de Terni.
Querida Amazonía puede entenderse también como querida familia humana, querido planeta, ustedes tienen que vivir como hermanos y hermanas, entre todos y todas, porque este es el futuro que tenemos que construir juntos el uno con el otro.
Monseñor Vincenzo Paglia
«La Amazonía es un conjunto de relaciones humanas y de seres vivos, y por lo tanto, implica la vida de toda la humanidad – subrayó el Arzobispo de Lima – el Papa está haciendo un cambio fundamental de reconceptuar la visión del ser humano, la visión de la política, la visión de la sociedad, y en eso tenemos que entrar todos porque estamos en una crisis mundial que nos llama a repensar los elementos comunes entre todos para ayudarnos y contribuir a la solidaridad del mundo».
Monseñor Paglia añadió que «cuando Dios nos creó, confió a la alianza entre mujer y hombre la custodia de la creación, la promoción de la vida y la vida humana no es un concepto abstracto, la vida es el niño que está en el útero de la mamá, la vida está en el adolescente, son los niños, son los jóvenes que necesitan un futuro, la vida son también los muchos ancianos que tienen que pasar los últimos años de la vida en serenidad».
El obispo no debe vivir para sí mismo, sino para los demás
Finalmente, Monseñor Paglia se refirió al compromiso que asumió hace varios años como postulador de la causa de beatificación de Monseñor Oscar Romero, obispo salvadoreño que fue asesinado el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba la eucaristía en la capilla del Hospital La Divina Providencia. Hoy, Monseñor Vincenzo Paglia lleva consigo la cruz que alguna vez Romero cargó en el pecho:
«Para mí es un compromiso muy fuerte, es una reliquia que me acuerda que el Obispo, como cada uno de los cristianos, no debe vivir para sí mismo sino para los demás – acotó Monseñor Paglia – ésta es la vocación de la Iglesia y el Papa Francisco cada día lo dice, ésta es la vocación por experimentar la sabiduría de la vida y la fuerza histórica del cristianismo de la fe».
«Cuando yo trabajo para la resurrección de los otros, para los jóvenes, para los niños, para los ancianos, para una sociedad más hermana, yo creo que siento la fuerza, el gusto y la bienaventuranza» – concluyó.