Monseñor Salaverry: El Señor viene a levantarnos en medio de nuestras crisis

En el XIII Domingo del Tiempo Ordinario, Monseñor Juan José Salaverry,  Obispo Auxiliar de Lima, presidió la Celebración Eucarística en especial intención por los cientos de fallecidos en las hermandades, movimientos y cofradías de nuestra Arquidiócesis de Lima: «Antes de cerrar este mes de junio, mes de comunión, hemos querido celebrar esta Eucaristía junto con ustedes, queridos hermanos. Y nos unimos frente a nuestra Iglesia al dolor de nuestras instituciones que están marcadas por el luto a causa de la Pandemia», reflexionó durante su homilía.

Comentando el Evangelio de Marcos (5, 21-43), que narra el despertar de la hija de Jairo, el obispo auxiliar explicó que también hay otros signos de muerte que están presentes en nuestra realidad y que se manifiestan a través de variadas crisis: económica, social, política y falta de trabajo: «nos encontramos con varios signos de muerte, de dolor y de crisis que no nos dejan vivir», afirmó.

Juan José Salaverry dijo que nos encontramos frente a una humanidad ‘desgastada’ como la hemorroísa del Evangelio de hoy: «Nuestra tierra también se encuentra desgastada en sus 200 años de Bicentenario. Perú está buscando la salud, la sanación, la estabilidad, la paz y la verdadera vida. Y para eso, tenemos que ir en busca del Señor, abandonando lo que estamos haciendo como lo hizo Jairo o la hemorroísa, para ir a buscar a Jesús como fuente de vida, para encontrar en nuevas maneras y formas la fuerza salvadora de Dios que nos da salud y fortalece nuestras vidas”.

Monseñor Salaverry sostuvo que no podemos ser parte del grupo de plañideras que lloran sobre la muerte: “Nuestra fe nos tiene que hacer pasar hacia la otra habitación donde está Jesús con aquellos que quieren la vida, para constatar que Dios no se complace en la muerte de los creyentes, sino que Dios quiere la salud para sus hijos”.

Por eso, recuerda el obispo auxiliar, debemos confirmar hoy, más que nunca, nuestra fe en el Dios de la vida «que no se queda dormido frente al sufrimiento de la humanidad. Dios está dormido en la popa de la embarcación donde dirige el rumbo de la barca, porque Dios está ahí para dirigir el rumbo de la Iglesia, de la humanidad y de la vida de cada creyente”.

Salaverry reafirmó que Jesús ha venido para decirnos que no todo termina con la muerte, que somos hijos de la promesa de la vida verdadera. Por eso le dice a la niña: A ti te digo ¡Levántate!

Ojalá que nosotros escuchemos desde lo más profundo de nuestro corazón: A ti te digo ¡Levántate! En medio de estas situaciones de muerte, en medio de las crisis que vivimos que son signos de muerte y de inestabilidad. ¡Levántate! Porque Dios te ha creado para la vida, para la paz, para el desarrollo.

Monseñor Juan José señaló que el poder de Jesús viene del verdadero amor, un amor gratuito y generador de vida que de ninguna manera puede sembrar terror: “Es la fuerza de Jesús que nos quiere decir nuevamente a nosotros, los creyentes y a toda la humanidad: A ti te digo ¡Levántate! Frase fuerte que llega a nuestro corazón para levantar nuestra vida y sentir que el Señor quiere curarnos, darnos la salud verdadera y nos toma de la mano como hace con la niña, para alimentarnos con su gracia”.