Pasar por la puerta estrecha de la casa del pobre – Arzobispo de Lima

«Dios nos ha llamado a construir el reino con toda la humanidad y a pasar por la puerta estrecha del diálogo con todos los que sufren, solamente así anticiparemos el reino de Dios en esta tierra», comentó el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo, durante la misa de acción de gracias por el 56 aniversario de la Parroquia San Francisco de Borja.

La celebración eucarística contó con la participación de toda la comunidad parroquial y fue concelebrada por los presbíteros Máximo Mesía Alarcón, Edgardo Chero, y Wilfredo García.

Refiriéndose a la lectura del profeta Isaías (66,18-21), Monseñor Castillo explicó que siendo Israel un pueblo «diminuto e insignificante» recibió la visita de varios «pueblos bien lejanos» para alabar al Señor: «esta es una imagen linda porque Isaías anuncia que todos los pueblos de la tierra se reunirán en este pueblo chiquito».

Esto es lo que Jesús quiere expresarnos cuando nos dice que para salvarnos «hemos de entrar por la puerta estrecha. A veces creemos que la puerta estrecha es una especie de sacrificio, de prácticas de piedad, alabanzas y flagelaciones para que podamos acceder a la salvación».

¿En qué consiste la pregunta por la salvación?

Por eso, la pregunta por la salvación es muy oportuna, porque en Jerusalén «los sacerdotes de Israel habían implantado la idea de que solamente pocos se salvaban, los que hacían muchos holocaustos y sacrificios, los que daban mucha plata a la Iglesia y eran puros, los que eran cercanos o por influencia».

«A veces creemos que nos vamos a salvar porque nos tomamos una foto con el Obispo – dijo entre risas – en realidad lo único que significa es que vivimos en una sociedad donde hay jerarquías y necesitamos tomarnos fotos con los jerárquicos para ‘ser alguien’.»

Necesitamos vivir con sencillez, honestidad y honradez, caminar con Dios porque él nos acompaña y nos ama. Reconocernos amados, y por tanto, repartir y compartir su amor.

«Vivimos en un país que no reconoce el valor de cada uno. Nosotros no tenemos un Dios que nos asusta y para caerle bien hemos de tomarnos foto con alguien. Nuestro Dios es Padre, es amor, nos ama porque somos sus hijos, y por lo tanto, no tenemos que hacerle muchos holocaustos y sacrificios, muchas procesiones y fiestas para poderlo adorar».

Identificarnos con los más frágiles

«¿Cómo es que el Señor quiere la salvación de todos llamándonos a entrar por la puerta estrecha? ¿De qué puerta estrecha se trata?», preguntó el obispo de Lima. «La puerta estrecha de la casa del pobre, es por esa puerta estrecha que nos invita a todos. Debemos tener la capacidad de ver al otro como un hermano con el cual hay que compartir y ayudarse mutuamente, mucho más cuando es frágil».

Para entrar por la puerta estrecha tenemos que «identificarnos con los que sufren, como lo hizo Rosa de Lima, esa es la única puerta estrecha que nos lleva a la universalidad de la salvación».

«Hoy día eso es urgente en nuestro país, porque todos los niveles, desde los puestos de gobierno hasta la propia Iglesia, vivimos creyendo que la salvación es de una élite especial y todos los demás no valen nada», agregó.

«Si tenemos que solucionar un problema, nunca lo hablamos con los que son objeto o sujeto del problema, como está sucediendo en muchos casos de conflictos en el país, y por eso, cuando se incendia la selva, ni siquiera nos preguntamos qué cosa piensan los awajún, los shipibos, o los asháninkas, y pensamos que esas personas no tienen derecho de opinar».

La puerta estrecha del diálogo con los que sufren

Monseñor Castillo recordó que «Dios nos ha llamado a construir el reino con toda la humanidad y a pasar por la puerta estrecha del diálogo con todos los que sufren, solamente así anticiparemos el reino de Dios en esta tierra, o nos salvamos juntos o no nos salvamos, o nos salvamos ayudándonos mutuamente y teniendo compasión por las personas que más sufren, o todos perecemos».

Por último, se sumó al llamado del CELAM ante el clamor de salvar la Amazonía que se «está extinguiendo por obra de la irresponsabilidad», haciendo un camino común de «escuchar a todos los débiles del mundo» y «estar atentos a las fragilidades, porque esa es la puerta estrecha por la cual todos podemos entrar».