Escribe: Jessica Laurente.
Hoy celebramos el Día Nacional de la Salud y el Buen Trato al Paciente, fecha en la cual se busca incidir en la preservación de una atención de calidad y, sobre todo, humana hacia los pacientes de los diferentes centros de salud en nuestro país.
En ese sentido, nuestra Iglesia de Lima, consciente de la importancia de ello, a través de la Pastoral de la Salud, viene desarrollando una serie de acciones para acompañar a nuestros profesionales de la salud de los diferentes hospitales de Lima y a sus pacientes.
De esta manera, a lo largo del presente año, entre las principales actividades, cabe destacar la primera campaña de donación de sangre emprendida por la Pastoral de la Salud, tras 2 años de paralización a causa de la Pandemia, a fin de recaudar la mayor cantidad de este importante elemento en favor de nuestros hermanos que más lo necesitan.
Asimismo, los equipos de voluntarios de las diferentes capellanías de los hospitales en Lima no han parado, manteniendo y reafirmando su vocación de servicio de forma permanente para acompañar al hermano enfermo.
En ese sentido, conversamos con Emily Carbonel Vílchez, coordinadora del voluntariado de la capellanía del hospital Edgardo Rebagliati, del distrito de Jesús María, a fin de conocer un poco más del trabajo desprendido que continúan realizando.
Este año, señala Emily, que se han incorporado nuevos voluntarios, quienes junto a los demás, inician su jornada haciendo la oración para pedir a Dios por los hermanos enfermos: “Nosotros vemos en los hermanos pacientes a Cristo, por ello, damos lo mejor de nosotros para compartirlo con ellos, por eso, la oración es nuestra fortaleza para iniciar cada día, levantarnos y dar el servicio con amor”, remarca Emily.
Luego, llevando la sagrada imagen de la Virgen, van a visitar todos los días a los pacientes de los diferentes pabellones del nosocomio, estableciendo una calurosa comunicación con cada uno de ellos, escuchándolos y compartiendo sus experiencias.
“Cuando entramos a saludar al paciente, muchos de ellos se quedan sin palabras, muy conmovidos al ver a la Virgen, esta contemplación es una imagen muy hermosa. Luego, rezamos y cantamos junto a ellos, pasando un momento muy alegre en medio de las dificultades de salud que vienen atravesando”, señala Emily Carbonel.
Otro de los servicios que brindan los voluntarios de la capellanía de Rebagliati es como ministros de la Eucaristía, llevando el Cuerpo de Cristo a los hermanos que requieran de él o coordinando para que estos puedan recibir algún sacramento que requieran con urgencia por sus condiciones de salud.
De esta manera, Emily agradece a Dios por haber descubierto este servicio en medio de la Pandemia: “Yo participo en el voluntariado desde fines del 2020, un momento bastante difícil, pero agradezco a Dios por ello, estoy muy feliz consagrando mi tiempo a los hermanos más vulnerables, donde doy lo mejor de mí compartiendo mi amor con ellos y es muy gratificante”.
Finalmente, la Pastoral de la Salud de nuestra Arquidiócesis, a fin de seguir reforzando el servicio de los voluntarios, en octubre próximo realizará una serie de talleres formativos en el ISET, para mayor información sobre esta actividad o el voluntariado pueden escribir a su página de Facebook @PastoraldelasaludLima .