Santa Rosa: Más de 6 mil cartas llevadas al Pozo de los Deseos

Este lunes 30 de agosto, Monseñor Carlos Castillo llevó las más de seis mil cartas a Santa Rosa de Lima que recibimos de manera virtual en la última semana.

En el marco de la Festividad de Santa Rosa de Lima, nos unimos espiritualmente a ella en este tiempo de Pandemia para orar por nuestro país, por nuestras enfermeras y policías, pero especialmente por todas las personas que han fallecido a causa del Coronavirus.

En medio de la tragedia nacional que afrontamos, nuestra Arquidiócesis ha querido llevar una luz de esperanza a todos los hogares y colaborar al deseo de nuestras familias peruanas de llevar sus intenciones al Pozo de los Deseos de Santa Rosa de Lima.

Es así que la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima recibió en la última semana más de 6 mil cartas de manera virtual dirigidas a nuestra santa patrona. Todas las cartas fueron impresas y llevadas por Monseñor Carlos Castillo al término de la Celebración Eucarística en la Basílica Santuario de Santa Rosa de Lima.

Agradecemos a todas las personas que nos enviaron virtualmente sus cartas, intenciones y oraciones desde el interior del Perú y del extranjero. Nos unimos al profundo deseo de todos los peruanos por el fin de la crisis sanitaria y la reconciliación de nuestra sociedad.

El cristianismo profundo e inteligente de Rosa de Lima.

Durante su homilía, Monseñor Castillo explicó que la fe de Rosa de Lima fue, desde el principio, enormemente vibrante porque identificó a Jesús en los que más sufren, especialmente los marginados, los indios y los negros: «escondido en el corazón de ella estuvo Dios presente, ese Dios que suscita en nosotros la fe desde el corazón de nuestras grietas y de nuestros dolores. Sólo cuando estamos inspirados en la gracia de Dios podemos tener la imaginación, la alegría, la percepción, la perspicacia, la hondura, la actitud de belleza y de creatividad que nos puede hacer resilientes y reconstruir lo que se ha perdido», añadió el Arzobispo.

«Hay un amor extasiado que recibe Rosa y del cual vive, puede crecer y madurar en la libertad de la hija de Dios, en la libertad de los hijos de Dios. Y esto es muy importante para todos los peruanos porque se nos ha enseñado que si no nos comportamos bien, el Señor nos va a castigar, ése es el método catequético que está metido en el inconciente colectivo del Perú, pero que es insuficiente para vivirlo y resolver los problemas de la humanidad», manifestó el prelado

Rosa no se dejó llevar por la loca ilusión o el interés ni por la pasión, sino por el amor dado por su amado, al cual ella responde desde todo su ser. Ése es el cristianismo profundo e inteligente que Dios nos ha dado en Rosa.

En otro momento, Monseñor Carlos calificó a Santa Rosa como una doctora de la Iglesia, «porque priorizó tanto la gracia en su vida que pudo hacer las obras que hizo y remecer en esta ciudad por el testimonio vivo de su amor, entregándose y sirviendo a los más pobres e indefensos de la ciudad. Rosa tuvo en cuenta que los más pequeños son los privilegiados de Dios y eso fue su vida, un servicio permanente a los pequeños», destacó.