Sinodalidad: un principio de vida de la Iglesia

Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, participó en la reciente edición del programa ‘Diálogo de Fe’ para comentar su reciente visita al Vaticano para participar del Curso de Formación para nuevos obispos, y reflexionar sobre el Sínodo para la Amazonía que se viene realizando en Roma.

Curso de Formación para nuevos obispos

Respecto a su reciente viaje a Roma, Mons. Castillo habló sobre el cursillo para nuevos obispos que cursaron en Roma con todos los obispos recientemente nombrados en el país, y destacó que este año el tema central “ha sido el tema de la sinodalidad.”

“La sinodalidad es un principio de vida de la Iglesia que está desde los orígenes, y el Concilio Vaticano II lo acogió como una manera de vivir la Iglesia para que cuando se realizan actualizaciones, decisiones concretas pastorales, siempre se tuviera en cuenta la opinión de varios y se hiciera en común”, expresó.

Los nuevos problemas que atraviesa el mundo hacen necesario que la Iglesia “se ilumine con la fe y con el Evangelio para responder a ellos y acordar juntos».

Los obispos son servidores, no príncipes

El pastor de Lima recordó que los obispos peruanos también tuvieron la oportunidad de reunirse con el Papa Francisco en el día de clausura. En aquella ocasión, el Sumo Pontífice dio un discurso resaltando que los obispos “no son príncipes», sino «servidores”, y los exhortó a estar siempre rodeados de su pueblo: “Estén sumergidos en el medio de ellos escuchándolos, conociendo sus heridas, acompañándolos siempre y respondiendo a sus necesidades desde la fe” – dijo el Papa.

En ese sentido, Mons. Castillo destacó el gran “sentido de universalidad y de comprensión de la diversidad en la cual se encuentra el mundo hoy día” y la importancia de crear nuevas y diversas respuestas a los problemas actuales, “siempre manteniendo el punto esencial que es anunciar el Evangelio del Amor en todo el mundo.”

Sínodo para la Amazonía: nuevas formas de servicio ministerial

“¿Cómo hacer Iglesia en un mundo donde las tareas son enormes, siendo poblaciones muy diferenciadas?” se preguntó el obispo de Lima refiriéndose al Sínodo Amazónico que se viene realizando en el Vaticano.

El trabajo de misiones que se realizó en el pasado será «interesante» para las decisiones que se tomen a partir de esta experiencia y «qué formas de servicio ministerial» deben realizarse con los pueblos amazónicos:

“Existen pocas vocaciones, y simultáneamente se puede contar con las vocaciones indígenas como catequistas, como agentes de la palabra, algunos pueden ser diáconos», indicó.

La presencia de la mujer en la Iglesia

El Primado del Perú acentuó la importancia del rol de la mujer en la región amazónica, una oportunidad que la Iglesia tiene para “regenerarse en el sentido de poder considerar la presencia de la mujer en la Iglesia como una fuerza”.

Esto se aplicaría tanto en las mujeres misioneras como en las madres que viven en los pueblos amazónicos y educan a sus hijos: «[Ellas] les comunican la fe en su propia lengua con sus dificultades distintas y en sus culturas” comentó.

Para finalizar, Mons. Castillo explicó que los puntos en discusión de este Sínodo están enmarcados en cuatro maneras de entender la Amazonía que especificó el Papa Francisco: “en ese contexto se va a desarrollar el problema evangelizador, el problema cultural, el problema indígena y el problema ecológico.”