Toma de Posesión en Parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón

La comunidad de la Parroquia Santuario Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ubicada en el distrito de Lince, celebró la Toma de Posesión de su nuevo párroco, el Padre Diómer López Comeca MSC, en una Eucaristía presidida por nuestro obispo auxiliar, Monseñor Juan José Salaverry.

«Querido Diómer, en tu familia religiosa, tienes un amparo grande porque para poder cumplir esta tarea, debes de ser como el Buen Pastor que muestra su corazón, el corazón de Jesús y el corazón de María, llenos de amor para construir, desde el amor, una nueva comunidad eclesial», fueron los buenos deseos de Monseñor Salaverry.

Desde el sábado 26 de agosto, la comunidad parroquial de Nuestra Señora del Sagrado Corazón se prepara para vivir una etapa especial, al lado de su nuevo pastor, el Padre Diómer López. Por ello, la Eucaristía de Toma de Posesión contó con la participación comunitaria de jóvenes, niños, adultos, agentes pastorales y la Hermandad de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. También estuvieron presentes: Monseñor Bernardo Kühnel MSC, obispo emérito de Caravelí; el Padre Mesías Neyra; el Padre Werner Mühl, y el Padre Miguel Díaz.

Durante la homilía, Monseñor Salaverry reflexionó sobre del Evangelio de Mateo (16,13-20), que nos recuerda cómo Pedro identifica a Jesús como el Mesías y el Hijo del Dios viviente. «Esta respuesta de Pedro (y todo su caminar) lo hace depositario de la confianza de parte de Jesús, quien le otorga la responsabilidad para que acompañe a la Iglesia», señaló el obispo.

De igual modo, la Toma de Posesión de una parroquia, explicó Monseñor Juan José, supone un acto de confianza, para que el Pastor a cargo «lleve la comunidad de esta parroquia hacia una comunidad de fe, de culto y caridad».

«Conozco al Padre Diómer desde hace varios años, cuando estudiaba teología. Uno se siente complacido cuando ve que los hijos, los menores, aquellos hermanos que hemos acompañado desde muy jóvenes, van creciendo y asumiendo responsabilidades. Querido Diómer, asume esta responsabilidad con sencillez, como la sencillez de Pedro que escucha a Jesús y, luego, se siente complacido por la confianza de Jesús», expresó nuestro obispo auxiliar.

Que Jesús sea el amigo, sea Aquel que te corrija y fortalezca en esta misión, para que puedas ejercer esta comunidad con prudencia, siempre en nombre del Señor.

Monseñor Salaverry recordó la importancia de construir, en la Iglesia, una auténtica fraternidad donde brille el amor, la caridad y la solidaridad. «Esta comunidad parroquial debe brillar no solo por su fe, también por la caridad y la solidaridad con los más pobres, por el trato fraterno y amoroso entre los hermanos que componen los distintos grupos, y por el amor del Pastor con su pueblo, con el Pueblo de Dios».