Unidos a Francisco: Iglesia peruana celebró Solemnidad de San Pedro y San Pablo

La Solemnidad de San Pedro y San Pablo congregó al episcopado peruano, autoridades civiles, políticas y académicas, en una Eucaristía presidida por Monseñor Paolo Rocco Gualtieri. Nuestro Nuncio Apostólico ofreció esta Santa Misa por el Santo Padre Francisco, sucesor de San Pedro, «a quien le han sido entregadas las llaves para dirigir la Iglesia universal».

Por su parte, el arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, recordó que todos estamos llamados a continuar fortaleciendo el proyecto de la Iglesia misionera hacia las periferias que Francisco ha soñado, el proyecto de la sinodalidad.

«El Papa Francisco, el Pedro Apóstol de hoy, nos invita a seguir este único camino que nos conduce a la Resurrección. Lo está promoviendo en la Iglesia, pero, también, a creyentes y no creyentes. Estemos dispuestos a ser sensibles a los sufrimientos de las mayorías de la humanidad, emprendamos el proceso regenerador de la humanidad», ha dicho el Primado del Perú en su homilía. (leer transcripción)

Leer transcripción de homilía de Monseñor Carlos Castillo

En alusión al Evangelio de Mateo (16,13-19), el arzobispo de Lima destacó las dimensiones sinodales de Jesús, que, además de caminar con sus discípulos hacia Cesárea de Filipo, realiza un gesto importante: pregunta y escucha. «Jesús no impone su proyecto, escucha lo que piensa la gente y lo que piensa el grupo que Él ha llamado. Es todo menos un impositivo y un autoritario», afirmó.

Jesús, escuchando lo que piensa la gente, no decide aclarar su identidad o corregir a aquellos que tienen otra interpretación. Monseñor Castillo explicó que el Señor busca entender los sentimientos de la gente sencilla, sus relatos y su narrativa, «porque quiere servirlos comprendiendo lo que sienten y valorando su intuición».

Este modo sinodal de Jesús también se aplica al momento de hablar con sus discípulos y preguntarles: “¿Quién dicen ustedes que soy yo?” Y la respuesta de Pedro es valorada por el Señor, no solo porque lo reconoce como el Mesías, el Hijo del Dios vivo, sino porque valora a Pedro como persona y lo declara bienaventurado. «En su respuesta, Pedro se ha dejado llevar por lo que Dios Padre le ha revelado en su experiencia de caminar con Jesús, de tal manera que también son sinodales las palabras de Pedro», remarcó el obispo de Lima.

Como Pedro, abandonar todo encerramiento empecinado e impositivo

Esta disposición de Pedro a renunciar de sus locas alusiones y arrogancia pecadora, es lo que, para el Primado del Perú, representa el fundamento de toda vida cristiana y humana: «la apertura a dejarse interrogar, interpelar y abandonar todo encerramiento empecinado e impositivo». También lo es para el Papa Francisco, que es signo de Jesús porque pregunta y escucha, valora y aprecia la participación de todos, llamándonos a la fraternidad.

En Francisco, la nota clave de inmensa reforma eclesial que se avecina, es la sinodalidad de Jesús, que hemos de plasmar como testigos en este mundo para hermanarlo y ayudarlo a impedir que se siga dividiendo y destruyendo.

El arzobispo Carlos Castillo aseguró que vivimos un tiempo complejo y desafortunadamente arrogante, basado solo en el “bussines” y en el cálculo del dios dinero, especialmente, «en el surgimiento de actitudes dictatoriales, guerreristas y arrogantes en todo el mundo, con desprecios y exclusiones hacia los vulnerables». Por eso, Francisco «sigue e invita a seguir en toda la Iglesia el único camino que lleva a la salvación: acoger y vivir los mismos sentimientos de Jesucristo».

Antes de la bendición final, Monseñor Miguel Cabrejos, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), dirigió unas breves palabras en las que destacó el servicio y la misión del Papa Francisco, «primer Pontífice latinoamericano en la historia de la Iglesia católica, un Papa que, a sus 86 años, conduce la Iglesia con fortaleza y sabiduría y llevó a cabo la reforma de la curia romana a través de la constitución apostólica Praedicate Evangelium y un nuevo enfoque del Sínodo y la Sinodalidad con Episcopalis Communio».

La Solemnidad de San Pedro y San Pablo contó con la presencia de Su Eminencia Reverendísina, Cardenal Pedro Barreto Jimeno; el Excelentísimo Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo y presidente de la CEP; obispos de las diócesis hermanas, nuestros obispos auxiliares de Lima, y miembros del cabildo catedralicio.

Entre las principales autoridades civiles y académicas, destacan la presencia de ministros y ministras de Estado; el rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Carlos Garatea Grau; embajadores y miembros del cuerpo diplomático.