«En estas semanas terribles que se acercan, necesitamos repensar y dejarnos inspirar para enfrentar esta situación con el respeto de las leyes, y simultáneamente, sabiendo compartir con nuestros hermanos que no trabajan o viven en la calle. Hay que inventar una forma para seguir siendo solidarios y vencer esta batalla con la fuerza del Ángel que baja como un relámpago y nos llama a anunciar el Evangelio» – fueron las palabras de Monseñor Carlos Castillo durante la noche del Sábado Santo. El Arzobispo de Lima ha presidido la Vigilia Pascual en una celebración a puertas cerradas y televisada por los principales medios católicos del país.
«El Evangelio de Mateo que hemos meditado desde el domingo pasado y que narra el camino definitivo de Jesús a su entrega generosa en la cruz, nos muestra que hay un poder ineluctable que se impone sobre Él y que planeó matarlo injustamente. Y decíamos estos días que hay otro poder ineluctable que es el amor, la decisión libre de Dios de amarnos y enseñarnos su rostro. Y decíamos Dios es amor y solo amor», comentó Monseñor Castillo al inicio de su homilía.
En efecto, en Dios no hay odio, en Dios no hay terror, en Dios hay amor gratuito y generoso con la humanidad, y el acto de muerte que el Señor acepta, lo hace para perdonar incluso a sus enemigos y para que la humanidad pueda emprender una nueva vida mediante el perdón
«No hay mejor manera de combatir el mal que con el bien – comenta Monseñor Castillo recordando las palabras de Juan Pablo II cuando se despidió de su última visita al Perú: ‘Jóvenes, combatan el mal haciendo el bien’ – hoy también, en las circunstancias tremendas en que vivimos, llenos de miedo y temblando por el acecho de este virus que se ha propagado por el mundo, el Señor nos sigue diciendo, por medio de su Ángel que disipa la tiniebla y hace ver la luz: ‘Ustedes no teman, ya sé que buscan a Jesús el crucificado, no está aquí, ha resucitado como había dicho'»
Estas palabras que nos inducen a no temer sino a confiar, vienen de alguien que, en medio del dolor, la tristeza y la muerte destructiva que le infligieron, confió en el Padre, porque la fuente de la resurrección y de la vida está en el amor.
Para hacer un acto de amor verdadero y entrar en el amor del Señor, tenemos que estar dispuestos a encontrar la novedad, agrega el Arzobispo de Lima, como ocurrió con las mujeres que se atrevieron a entrar al sepulcro, enfrentar los problemas sin evadirlos, y tener la capacidad de comprender sin huir de lo difícil.
«La resurrección nadie la ha visto, es un acto íntimo de Dios, del Padre, con el Espíritu Santo en favor del hijo fiel que supo realizar la voluntad de Dios: mostrar el rostro amoroso de Dios inclusive con el desafío de sufrir la muerte – destaca Monseñor Castillo – si nosotros vemos cara a cara nuestra condición frágil y vulnerable, si entramos a ese sepulcro, se nos dará la misión de salir a anunciar que podemos encontrar al Señor de la vida, al Señor que está para resucitarnos también a nosotros en medio de la adversidad».
«Salir del sepulcro» para anunciar la esperanza en el mundo
El Primado del Perú explicó que las mujeres del sepulcro marcharon a toda prisa a anunciar a los discípulos lo que había acontecido «estaban impresionadas y simultáneamente llenas de alegría, no fue fácil para la Iglesia entender y vivir lo que significaba el resucitado. No se puede vivir en la muerte sin esperar la vida, sin esperar contra toda esperanza», acotó.
Hoy, en el mundo, es indispensable salir de este sepulcro en el que estamos para anunciarnos unos a otros la esperanza ¿Y esto dónde se ve? ¿Dónde encontramos a Jesús que sale al encuentro y que nos dice “alégrense, no tengan miedo”? Cuando inclusive encerrados y teniendo aislamiento social, nos ingeniamos para anunciar el Evangelio del amor.
«En estas semanas hemos vivido ese Evangelio del amor uniéndonos en familia, en este día precioso en el que Jesús nos recuerda que la muerte no es la última palabra, como lo dijo ayer la hermana Carmen Toledano, sino que Dios tiene la última palabra de la cual nos creó para la vida» – subrayó Monseñor Castillo.
Estamos experimentando desde nuestras casas lo que vivió la primera Iglesia, y estamos invitados a seguir la obra creativa que hemos vivido en esta Semana Santa: dispersos socialmente pero unidos espiritualmente
«Ese espíritu creativo ha inspirado a que muchas personas empiecen a inventar cosas, por ejemplo, ayudar con las compras a nuestros ancianos que no pueden salir de casa, o compartir con las familias necesitadas de nuestros barrios. Esos son los santos de ‘la puerta de al lado’ que menciona el Papa Francisco, y hoy tenemos que considerar al otro sin mezclarnos ni aglomerarnos», indicó el Arzobispo de Lima.
El Señor está escondido en la ‘Galilea’ de nuestro mundo
Las palabras de Jesús – ‘No tengan miedo, avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, allí me verán’ – cobran un gran significado en este tiempo de pandemia, asegura el Pastor de Lima: «¿Qué es Galilea? El pueblo más pobre de Israel, la gente del margen, la gente sencilla, ahí está el Señor».
Hoy quiero pedirle a todos los católicos, unidos a nuestros hermanos evangélicos, a nuestros hermanos budistas, y a nuestros hermanos no creyentes, que seamos ahora un solo un cuerpo para resucitar juntos
Finalmente, Monseñor Castillo hizo un llamado a tener una actitud responsable y de acompañamiento con todas las personas que vienen arriesgando su vida para salvarnos de esta pandemia:
«Les pido especialmente a todos aquellos que a veces tienen dudas de las cosas que se están haciendo o tienen críticas, que sean lo más respetuosos posibles, estamos en una situación de emergencia y vemos que nuestras autoridades están desgañitándose por todos, los vemos ya extenuados, así como a los médicos, soldados, policías, canillitas , barrenderos, los vemos ya cansados de tantos días difíciles, nosotros no podemos sino también contribuir a ello; que toda opinión o idea sea una contribución, un granito de arena para seguir adelante, alentando a nuestras autoridades a que enfrenten con valentía y esperanza para hallar una salida justa», expresó.
«La Iglesia de Lima los convoca a movilizarse desde sus casas con imaginación – dijo el Arzobispo de Lima – estamos preparando un consejo especial de acompañamiento espiritual a través de llamadas telefónicas, con el apoyo de Monseñor Guillermo Elías como encargado general, el esfuerzo de Cáritas Lima y nuestra pastoral de escucha en este tiempo de emergencia. Todos están invitados a participar, inclusive los propios laicos, enfermeros y enfermeras».