Alrededor de 300 estudiantes universitarios recibieron el Sacramento de la Confirmación en una emotiva ceremonia oficiada por el cardenal electo, Monseñor Carlos Castillo. «Hoy, al recibir el Espíritu Santo, toman el don más preciado que puede tener el ser humano para caminar, vivir inspirado y abrir un ancho horizonte de reflexión», ha expresado el Primado del Perú en su homilía.
«Es un honor que los universitarios visiten esta Catedral de Lima», con estas palabras, Monseñor Castillo se dirigió a los cerca de 300 jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Femenina del Sagrado Corazón, Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Pontificia Universidad Católica del Perú y Universidad Nacional Agraria La Molina. El Prelado recordó que, en 1987, el cardenal Augusto Vargas Alzamora, convocó a la primera gran confirmación interuniversitaria, hace 37 años.
El arzobispo de Lima explicó que todo sacramento, concretamente la Confirmación, «es un pedacito significativo de la vida de Jesús, que pasó haciendo el bien y nos dejó algunos gestos fundamentales para que lo recordáramos y lo viviéramos». Esta gracia que nuestros jóvenes han recibido – añadió – es gratuita, no cuesta, porque es un don generoso y necesita acogerse en el corazón.
También destacó que, cuando recibimos la gracia del Señor, no es para «hacer teatro o pura finta» sin poner en práctica nuestra capacidad de servicio. Por eso, necesitamos «adecuar los sacramentos al camino de nuestra vida», que es el camino de Jesús, un camino de acompañamiento con la gente y misericordia con los pobres.
Y dirigiéndose a los estudiantes universitarios agregó:
«La vida humana tiene una trama, una lógica interna que necesitamos descubrir y que está en la experiencia. Si es que hacemos las cosas de paporreta, nunca se descubren. Eso puede suceder con nuestra fe, cuando pensamos que ser cristiano es recitar de paporreta el credo o citar de paporreta preguntas y respuestas del catecismo. La vida cristiana no es una paporreta, es para personas humanas que necesitan penetrar con su pensamiento y experiencia personal», indicó el obispo de Lima.
Que ustedes se confirmen es sumamente importante porque son la nueva generación de discípulos del Señor que va a tener que anunciar el Evangelio en el tiempo terrible y difícil que nos ha tocado.
A puertas de iniciarse el Año Jubilar, Monseñor Castillo sostuvo que todos los cristianos estamos a llamados a buscar soluciones conjuntas para que la humanidad salga de la compleja crisis que se vive en el mundo. Y esta es también la primera responsabilidad de los jóvenes universitarios.
“El Papa Francisco está promoviendo la Iglesia sinodal en todo el mundo para hacer fuerza común. Debemos abrir un ancho horizonte de reflexión para que, cuando seamos profesionales, no solamente hagamos la pastoral universitaria, también la pastoral de la ciencia, de la técnica, y del servicio de la sociedad».
Que este camino que comenzamos sea de recuperación de las esperanzas que tanta gente ha puesto en nosotros, desde nuestras familias hasta nuestros barrios.
La ceremonia de Confirmación, organizada por la pastoral universitaria de nuestra Arquidiócesis, contó con la participación de los capellanes universitarios, los jóvenes de nuestra Vicaría de la Juventud, familiares de los jóvenes estudiantes y algunas autoridades universitarias.
