Por séptimo año consecutivo, el Papa Francisco presidió las actividades religiosas de Semana Santa en el Vaticano. A continuación compartimos una serie de reflexiones y frases destacadas:
Jóvenes ¡Alégrense y regocíjense!
Domingo de Ramos
«Queridos jóvenes, no se avergüencen de mostrar su entusiasmo por Jesús, de gritar que él vive, que es su vida. Pero al mismo tiempo, no tengan miedo de seguirlo por el camino de la cruz. Y cuando sientan que les pide que renuncien a ustedes mismos, que se despojen de sus seguridades, que confíen por completo al Padre que está en los cielos, entonces alégrense y regocíjense. Están en el camino del Reino de Dios”.
Somos Ungidos para ungir
Misa Crismal – Jueves Santo
“Ungimos repartiéndonos a nosotros mismos, repartiendo nuestra vocación y nuestro corazón. Al ungir somos reungidos por la fe y el cariño de nuestro pueblo. Ungimos ensuciándonos las manos al tocar las heridas, los pecados y las angustias de la gente; ungimos perfumándonos las manos al tocar su fe, sus esperanzas, su fidelidad y la generosidad incondicional de su entrega que muchas personas ilustradas consideran como una superstición. El que aprende a ungir y a bendecir se sana de la mezquindad, del abuso y de la crueldad”.
Debemos ser servidores
Jueves Santo – Cena del Señor
“Esta es la regla de Jesús y la regla del Evangelio: la regla del servicio, no de la dominación, de hacer el mal, de humillar a los demás. Servicio. Nosotros también debemos ser servidores. Es verdad que hay problemas en la vida: discutimos entre nosotros, pero esto debe ser algo que pasa, algo temporal, porque en nuestros corazones debe haber siempre este amor de servir al otro, de estar al servicio del otro”.
Ver todas las cruces del mundo
Viernes Santo – Oración en el Vía Crucis
“Señor Jesús, ayúdanos a ver en tu Cruz todas las cruces del mundo: la cruz de las personas solas y abandonadas, incluso por sus propios hijos y parientes; la cruz de los migrantes que encuentran sus puertas cerradas por el miedo y por corazones blindados por cálculos políticos”.
Somos amados a pesar de nuestros errores
Vigilia Pascual
“No nos quedemos mirando el suelo con miedo, miremos a Jesús resucitado: su mirada nos infunde esperanza, porque nos dice que siempre somos amados y que, a pesar de todos los desastres que podemos hacer, su amor no cambia. Esta es la certeza no negociable de la vida: su amor no cambia”.
Renovemos nuestros corazones
Domingo de Resurección
“La resurrección de Cristo es el comienzo de una nueva vida para todos los hombres y mujeres, porque la verdadera renovación comienza siempre desde el corazón, desde la conciencia. Pero la Pascua es también el comienzo de un mundo nuevo, liberado de la esclavitud del pecado y de la muerte: el mundo al fin se abrió al Reino de Dios, Reino de amor, de paz y de fraternidad”.