La violencia y el acoso escolar son realidades que aquejan contra la salud de miles de estudiantes. Ante esta situación, las instituciones educativas de nuestra Arquidiócesis, AIEC y ODEC Lima, unen esfuerzos solidarios, inspirados en el Evangelio, para hacerle frente a este mal.
Escribe: Jessica Laurente
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) conmemora el primer jueves de noviembre de cada año como el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso; con el fin de crear conciencia sobre la necesidad de ambientes saludables sin ningún tipo de violencia.
Según cifras del Ministerio de Educación, en el último año se han reportado más de 88 mil denuncias sobre violencia y acoso escolar. El 58% de los casos ocurriría entre los estudiantes, mientras que los tipos de violencia con mayores denuncias son: violencia física (45%), violencia psicológica (37.4%) y violencia sexual (17.6%).
Comprometidos con la niñez y la educación, la Oficina de Educación Católica (ODEC Lima) y la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC) vienen realizando diferentes iniciativas para promover espacios de confianza y seguridad. A continuación compartimos algunos testimonios:
ODEC Lima: Asumir nuestra misión como docentes y protectores de la niñez
Para Jesús Túpac Terbullino, coordinador general de ODEC Lima, el acoso escolar es un fenómeno muy presente en nuestra sociedad que rompe con la sana convivencia y el ideal de comunidad que el Evangelio propone. No se puede pensar, por lo tanto, en espacios de fraternidad si hay violencia y no hacemos nada al respecto.
Túpac Terbullino señaló que ODEC Lima, interpelada por esta realidad, amplió sus esfuerzos para capacitar a los docentes ante posibles situaciones de acoso, violencia o bullying dentro de la escuela. Para ello, se ha recurrido a la experiencia de diferentes especialistas que, durante el año, acompañan profesionalmente en la formación integral de tutores y docentes:
El mal y el dolor no tienen la última palabra, sino la novedad del Evangelio. Desde ahí es que, como ODEC Lima, continuamos con nuestra misión evangelizadora y protectora de la niñez. Cada uno de nuestros docentes debe ser mensajero e paz y construir de comunidad.
“Hemos desplegado un conjunto de talleres prácticos donde cada docente ha podido llevar sus propios casos y se ha ido dando respuesta. Sabemos que los problemas son múltiples, pero hay denominadores comunes que se han podido identificar. También se ha visto cómo los profesores, a través de su experiencia y de su fe, tienen una actitud persuasiva para poder manejar estas situaciones”, explicó.
El coordinador de ODEC Lima indicó que cada institución educativa cuenta con un protocolo para hacerle frente a la violencia y el acoso escolar: “Se viene sensibilizando a los docentes para que sean puentes de comunión y trabajen junto a las familias. Tenemos un compromiso moral para atender estas realidades de forma eficiente», precisó.
AIEC Lima: El acoso escolar contraviene el mensaje evangélico
Por su parte, Henry Pérez, coordinador pedagógico de AIEC, sostuvo que la violencia y el acoso escolar contravienen el mensaje evangélico sobre el amor, el buen trato y el respeto a la dignidad de la persona humana. Este es un principio fundamental que debe primar en la mirada educativa de cualquier institución para evitar que la violencia se normalice.
«Cada año nos enfocamos en los programas de tutoría y la intervención del departamento psicopedagógico. Si queremos crear un ambiente de sana convivencia entre los miembros de la comunidad educativa, es necesaria la participación de todos los agentes», recordó Pérez Bancayán.
Jesús nos invita a poner en práctica el mandamiento del amor, tratando a los demás como queremos que nos traten a nosotros.
En ese sentido, la AIEC viene integrando en las áreas académicas de sus escuelas enfoques transversales de inclusión, interculturalidad, derechos, igualdad y orientación al bien común: «Es necesaria una metodología activa que promueva el trabajo colaborativo con las familias y el desarrollo de las habilidades de liderazgo. Por eso, en todas las instituciones educativas de nuestra asociación se viene concientizando y capacitando a los padres de familia con estrategias de prevención y acción para tratar los casos que se presenten», declaró.
El coordinador pedagógico de AIEC reiteró que “todos estamos llamados a ser agentes de paz” y actuar firmemente ante un caso de acoso escolar. «No sólo debemos brindar el soporte necesario a quien es víctima, también al estudiante que sea agresor, porque ambos sufren. Con la violencia, todos perdemos».